Pero, ¿Todo el estrés es malo?
Conocido en todo el planeta, el estrés es esa sensación de tensión física o emocional que, en algunos casos, experimentamos en forma de frustración, furia o nerviosismo. En general, suele estar provocada por una situación determinada o un pensamiento concreto ante el cual nuestro cuerpo reacciona y lo entiende como un desafío. Como no todos los retos son iguales, las probabilidades de superarlo y las maneras de enfrentarse a él varían en cada caso en función de los recursos de los que se disponga. Es por ello que hablamos de dos tipos de estrés:
- El distrés: cuando la respuesta que nuestro cuerpo genera es negativa. Normalmente esta se produce cuando creemos que no seremos capaces de afrontar el reto que se nos plantea. Es entonces cuando los niveles de ansiedad, irritabilidad e ira aumentan. En algunos casos, esta cara del estrés puede llevarnos incluso a procesos depresivos.
- El eustrés: la respuesta ante el reto que se nos propone es positiva, generándonos sensaciones positivas. Esto ocurre cuando consideramos que somos capaces de lograr nuestros objetivos y que tendremos una recompensa por ello.
Por otra parte, el estrés también puede ser considerado agudo, cuando su duración es corta y se produce en un momento muy concreto (una discusión, una actividad emocionante, etc.), o crónico, cuando este se prolonga durante semanas o incluso meses fruto de preocupaciones mayores.
Nuestra vida diaria: marcada por el estrés
Según un estudio sobre la percepción y los hábitos de la población española en torno al estrés, en el que han participado 3.000 personas, el 96% de los ciudadanos españoles ha tenido síntomas de estrés en el último año. Por su parte, un 42% se enfrenta a él de manera frecuente o, incluso, diariamente. De hecho, se calcula que un 48,7% de las mujeres y un 31,5% de los hombres conviven con esta sensación a diario.
Por rango de edades los jóvenes de menos 45 años son los que se ven más afectados por el estrés. Entre ellos, los estudiantes son los que lo experimentan de manera más frecuente, llegando a porcentajes del 55,6%. Detrás de ellos se encuentran aquellos jóvenes que buscan su primer empleo. De ellos, un 50,7% se ven afectados. El tercer lugar lo ocupan los trabajadores bien por cuenta propia, bien por cuenta ajena. En ambos casos, las cifras llegan al 41,4%.
La manera en que se manifiesta difiere de unas personas a otras, pero este informe desvela que entre los síntomas más frecuentes se encuentra la irritabilidad(46,8%), la ansiedad (39,5 %), el insomnio (38,0 %), los dolores de cabeza y musculares (32,2 %) y la fatiga física (29,9 %).
¿Qué nos provoca estrés a los españoles?
Según este mismo estudio, las causas más frecuentes a las que las personas encuestadas achacan su estrés son el exceso de actividad o la falta de tiempo(50,9%) y las dificultades a la hora de dormir, junto con el cansancio (46,2%). Otras causas de esta dolencia son en gran medida los problemas laborales (43,2%) y el estado de salud tanto propio como de algún familiar (41,4%).
Adiós estrés: ¿cómo superarlo?
Las fórmulas utilizadas más frecuentes para liberar las sensaciones provocadas por el estrés son conversar con los amigos o con la familia en un 43,9% de los casos, aceptar la causa que lo origina e intentar reducir sus efectos que tiene sobre nosotros (40%) y realizar algún tipo de deporte es la opción elegida por un 38,1%. La opción menos extendida es que la contempla el paso por un por profesional que nos ayude a superarlo.
Pero cuando los métodos habituales y caseros no funcionan, hoy en día existen numerosas técnicas profesionales para combatirlo. Uno de ellos es la andulación. Se trata de un tratamiento cuyo uso se extiende ya a varios países del mundo y que trata de combatir dolencias como el estrés u otras relacionadas con él, como son las migrañas, los dolores de cabeza, el insomnio y los trastornos del sueño. Además, este método se emplea también para reducir los efectos de enfermedades como la fibromialgia, la artrosis, la artritis, la lumbalgia, la ciática, la hernia discal, el dolor de espalda y de columna, el reuma, además de otras patologías como el parkinson, la esclerosis múltiple o la osteoporosis.
Para ello, la andulación combina tres tratamiento diferentes: las vibraciones mecánicas (conocidas también como Whole-Body Vibration (WBV), el calor por medio de infrarrojos (favoreciendo la vasodilatación) y la ergonomía, la cual permite mejoras en nuestra salud gracias a la educación postural de nuestro cuerpo.
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