Un juicio por un delito de agresión sexual en La Rioja ha sido suspendido debido a la incomparecencia del principal testigo, lo que ha llevado tanto al Fiscal como a la acusación particular a solicitar la suspensión del proceso. La Audiencia Provincial ha decidido aplazar el juicio y ha solicitado a las fuerzas de seguridad que localicen al testigo, quien es crucial para mantener las acusaciones. Los hechos ocurrieron el 4 de agosto de 2024, cuando el acusado agredió sexualmente a una mujer en su hogar. Este incidente resalta la importancia de los testimonios en los juicios por delitos sexuales.
La Audiencia Provincial de La Rioja ha decidido suspender el juicio por un caso de agresión sexual debido a la incomparecencia del principal testigo. Este hecho ha llevado tanto al Fiscal como a la acusación particular a solicitar la suspensión, argumentando que la presencia del testigo es esencial para respaldar sus acusaciones. El abogado del acusado no se opuso a esta petición.
Ante esta situación y considerando que se trataba del primer señalamiento del juicio, la Audiencia Provincial ha acordado suspenderlo y ha solicitado a las fuerzas de seguridad del Estado que realicen esfuerzos para localizar al testigo ausente.
Los hechos que motivan este proceso judicial ocurrieron el 4 de agosto de 2024. En esa fecha, el acusado, quien se encuentra en prisión provisional desde entonces, llegó a su hogar y agredió sexualmente a una mujer que cuidaba de su madre. En ese momento, la víctima estaba durmiendo en una habitación junto a la hija menor del acusado.
El testigo que no compareció había alquilado una habitación en la misma casa y fue quien socorrió a la víctima durante el incidente. Su ausencia en el juicio representa un obstáculo significativo para el desarrollo del caso.
El juicio se suspendió debido a la incomparecencia del principal testigo, quien es considerado fundamental para mantener las acusaciones. Tanto el Fiscal como la acusación particular solicitaron la suspensión, y el abogado del acusado no se opuso a ello.
Los hechos ocurrieron el 4 de agosto de 2024, cuando el acusado agredió sexualmente a una mujer que cuidaba de su madre. En ese momento, la mujer estaba durmiendo en una habitación de la casa junto a la hija menor del acusado.
La Audiencia Provincial ha oficiado a las fuerzas de seguridad del Estado para que agoten todas las posibilidades para la localización del testigo que no compareció.