No todos los aficionados del estadio le tenían preparado un recibimiento hostil para el jugador del Barcelona, y gran rival de su paisano.
A pocos minutos de finalizar el encuentro, un hincha saltó al césped, se abrazó a Messi, y se arrodilló para besarle la bota izquierda al astro argentino.
Toda una reverencia que no gustó a la grada, que se puso a corear el nombre de Cristiano Ronaldo.