Un estudio de la London School of Hygiene & Tropical Medicine y la Estación Biológica de Doñana-CSIC advierte que el cambio climático podría causar más de 2,3 millones de muertes en Europa relacionadas con la temperatura para finales de siglo. Se estima que hasta un 70% de estas muertes podrían evitarse con acciones rápidas para reducir las emisiones de carbono. El informe destaca que las ciudades mediterráneas, como Barcelona, Madrid y Valencia, serán las más afectadas, con un aumento significativo en las muertes por calor. Las políticas de mitigación son esenciales para prevenir un aumento neto de mortalidad en toda Europa.
Un reciente estudio realizado por la London School of Hygiene & Tropical Medicine, en colaboración con la Estación Biológica de Doñana-CSIC, ha revelado que el cambio climático podría ser responsable de más de 2,3 millones de muertes adicionales en Europa vinculadas a la temperatura para finales de este siglo, si no se implementan medidas urgentes para reducir las emisiones de carbono. Se estima que hasta un 70% de estas muertes podrían evitarse mediante una acción rápida y decisiva.
El análisis indica que el cambio climático provocará un aumento significativo de las muertes por calor en todo el continente, superando cualquier reducción en las muertes causadas por el frío. Esta tendencia se mantendrá independientemente del escenario climático considerado e incluso con esfuerzos considerables para adaptarse al calor, lo que subraya la necesidad urgente de políticas de mitigación efectivas.
A pesar de los esfuerzos por adaptar las ciudades a temperaturas más altas, el estudio concluye que esto no será suficiente para contrarrestar el incremento en los riesgos para la salud asociados a la exposición al calor. Las regiones más vulnerables, como el área mediterránea, Europa Central y los Balcanes, enfrentarán mayores desafíos. Una reducción rápida de las emisiones de carbono es esencial para disminuir el número de muertes por calor extremo.
"Nuestros hallazgos destacan la imperiosa necesidad de perseguir tanto la mitigación del cambio climático como la adaptación ante el aumento del calor", afirmó Pierre Masselot, uno de los principales autores del estudio. "Esto es especialmente crítico en la zona mediterránea; si no se toman acciones, las consecuencias podrían ser devastadoras. No obstante, si seguimos un camino más sostenible, podríamos evitar millones de muertes antes del final del siglo".
Para llevar a cabo esta investigación, el equipo científico analizó datos sobre riesgos relacionados con la temperatura en 854 ciudades europeas, considerando factores locales y específicos según grupos etarios. Estas funciones se combinaron con proyecciones climáticas y demográficas para estimar las muertes atribuibles al cambio climático. También se llevaron a cabo simulaciones climáticas y epidemiológicas para evaluar la incertidumbre asociada a estas estimaciones.
Los resultados sugieren que las ciudades mediterráneas más pobladas experimentarán el mayor número de muertes relacionadas con la temperatura. Sin embargo, muchas ciudades más pequeñas en países como Malta, España e Italia también enfrentarán altas tasas de mortalidad debido a olas extremas de frío o calor.
El estudio identifica que entre las diez ciudades europeas con mayor número proyectado de muertes relacionadas con la temperatura hacia finales del siglo se encuentran tres españolas: Barcelona, Madrid y Valencia. En particular, Barcelona lidera esta lista con una estimación superior a 246.000 muertes adicionales, seguida por Madrid con cerca de 130.000 y Valencia con aproximadamente 67.500.
Aparte de España, Italia también presenta cifras alarmantes: Roma y Nápoles podrían registrar alrededor de 147.000 muertes adicionales cada una; Milán unas 110.000; y Génova cerca de 36.000. Además, Atenas y Bucarest completan esta lista con aproximadamente 87.000 y 47.000 muertes respectivamente.
Aumentar los espacios verdes urbanos y plantar árboles son algunas estrategias clave propuestas para mitigar al menos parcialmente las muertes atribuibles a temperaturas extremas en un mundo cada vez más caluroso. Según Huber, investigadora involucrada en el estudio: "Los espacios verdes ayudan a reducir el efecto conocido como islas de calor urbanas". Además, estos espacios ofrecen beneficios adicionales para la salud pública al proporcionar áreas para encuentros sociales y alivio del estrés.
No obstante, estas medidas por sí solas no serán suficientes. Huber advierte que "las tasas necesarias para evitar un aumento significativo en la mortalidad relacionada con temperaturas extremas son difíciles de alcanzar bajo escenarios severos". Por ello, es crucial continuar implementando políticas ambiciosas dirigidas a reducir el uso de combustibles fósiles.
A medida que avanzamos hacia un futuro incierto marcado por tensiones geopolíticas globales, muchas políticas climáticas tienden a priorizar la adaptación sobre la mitigación. El profesor Antonio Gasparrini, autor principal del estudio, enfatiza: "Este análisis aporta pruebas contundentes que demuestran que el aumento drástico en las muertes relacionadas con el calor superará cualquier disminución asociada al frío". Además, estos resultados refutan teorías sobre supuestos efectos 'beneficiosos' del cambio climático.
Aunque los escenarios planteados ofrecen información sobre cómo reducir riesgos futuros, aún carecen de detalles concretos sobre las acciones necesarias a implementar. Asimismo, este estudio se centra principalmente en temperaturas medias diarias sin considerar fenómenos meteorológicos extremos que podrían alterar significativamente las proyecciones mortales.
Cifra | Descripción |
---|---|
2.3 millones | Muertes adicionales relacionadas con la temperatura en Europa de aquí a 2099. |
70% | Porcentaje de muertes que podrían evitarse si se actúa con rapidez. |
246,000 | Muertes adicionales estimadas en Barcelona. |
130,000 | Muertes adicionales estimadas en Madrid. |
67,500 | Muertes adicionales estimadas en Valencia. |
El cambio climático podría provocar directamente más de 2,3 millones de muertes adicionales relacionadas con la temperatura en Europa de aquí a 2099 si no se toman medidas urgentes para reducir las emisiones de carbono.
Hasta el 70% de estas muertes podrían evitarse si se actúa con rapidez.
El análisis muestra que el cambio climático podría causar un aumento significativo de las muertes por calor en toda Europa, superando sustancialmente cualquier disminución de las muertes relacionadas con el frío.
Las zonas más vulnerables incluyen la región mediterránea, Europa Central y los Balcanes, donde se prevé un mayor riesgo para la salud debido a la exposición al calor.
Barcelona, Madrid y Valencia están entre las diez ciudades europeas con mayor número de muertes relacionadas con la temperatura, siendo Barcelona la más afectada con más de 246.000 muertes estimadas.
Aumentar los espacios verdes en las ciudades y plantar más árboles son algunas de las medidas esenciales para evitar al menos una parte de los muertos por temperatura en un mundo más caluroso.
La mitigación es clave porque las tasas de adaptación necesarias para evitar un aumento de la mortalidad relacionada con temperaturas extremas son difíciles de alcanzar sin políticas ambiciosas que reduzcan el uso de combustibles fósiles.