La operación militar israelí "Muro de Hierro" ha resultado en el desplazamiento forzado de más de 40,000 personas en el norte de Cisjordania, creando una grave crisis humanitaria. Médicos Sin Fronteras (MSF) advierte que las condiciones de vida se deterioran a medida que las comunidades enfrentan violencia continua y acceso limitado a servicios básicos. La situación es descrita como una emergencia prolongada, con familias viviendo en incertidumbre y miedo constante. MSF hace un llamado urgente para poner fin a las operaciones militares y permitir el regreso seguro y digno de los desplazados.
La situación en el norte de Cisjordania se ha convertido en un escenario de crisis humanitaria, marcado por el desplazamiento forzado de más de 40.000 personas. Este fenómeno ha sido exacerbado por la operación militar israelí conocida como Muro de Hierro, que ha intensificado las necesidades humanitarias en la región. Según Simona Onidi, coordinadora del proyecto de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Yenín y Tulkarem, la emergencia no solo es evidente, sino que se agrava día tras día debido a una crisis “prolongada intencionalmente”.
MSF hace un llamado urgente para poner fin a las operaciones militares israelíes y al uso letal de la fuerza que ha resultado en numerosas muertes y lesiones. La organización también aboga por el regreso seguro y digno de las comunidades desplazadas a sus hogares.
Desde el inicio de esta campaña militar hace cinco meses, las fuerzas israelíes han llevado a cabo incursiones y violentos desalojos en campos de refugiados establecidos en el norte de Cisjordania. Las condiciones de vida y salud para la población afectada han empeorado drásticamente, con acceso muy limitado a servicios básicos y atención médica.
“Los campos permanecen sellados, con soldados israelíes impidiendo activamente el ingreso”, señala Onidi. “Las familias siguen atrapadas en un limbo, mientras las necesidades humanitarias continúan aumentando.” Para documentar esta alarmante situación, MSF ha publicado una nueva nota titulada ‘Cinco meses bajo el Muro de Hierro’, que resalta el costo humano del prolongado desplazamiento.
El informe revela que las comunidades desplazadas enfrentan una creciente inestabilidad, con un acceso irregular a atención médica, alimentos y agua potable. Casi la mitad de los entrevistados han sido desplazados tres o más veces en cuatro meses, mientras que aproximadamente tres de cada cuatro no están seguros sobre su futuro inmediato.
Además, más de un tercio expresa sentirse inseguro en su actual lugar de residencia. La necesidad de apoyo en salud mental está aumentando entre mujeres y niños debido al constante estado de incertidumbre y violencia. Una mujer desplazada del campo de refugiados Nur Shams comparte: “Vivimos en un estado constante de miedo; siempre tenemos las maletas listas por si debemos huir nuevamente”.
El informe también documenta un preocupante patrón de violencia contra los residentes que intentan regresar a sus hogares. Se han reportado más de 100 incidentes que incluyen tiroteos y agresiones dirigidas a personas de todas las edades. Muchas familias regresan solo para encontrar sus hogares destruidos o recibir amenazas explícitas para no volver.
"Cuando regresé a mi casa en el campo, había sido incendiada y mi vecino había sido asesinado", relata un hombre desplazado del campo Tulkarem.
Aproximadamente una de cada tres personas no pudo acceder a atención médica cuando lo necesitaba debido a factores como costo o falta de transporte. Casi la mitad reporta dificultades para conseguir alimentos y agua potable, mientras que el 35% con enfermedades crónicas no puede obtener su medicación regularmente.
En respuesta a esta crisis persistente, MSF ha implementado equipos médicos móviles, ofreciendo atención básica y apoyo psicológico en más de 40 ubicaciones públicas y refugios temporales.
A medida que avanza la operación Muro de Hierro, queda claro que esta situación no es aislada; es parte del contexto más amplio del conflicto israelo-palestino. La escalada actual se suma a años de violaciones sistemáticas contra civiles palestinos. “Lo que estamos viendo no es solo una emergencia humanitaria; es una crisis provocada por el hombre", concluye Onidi.
Mientras tanto, MSF continúa haciendo un llamado para intensificar la respuesta humanitaria ante esta crisis aguda y garantizar que se ponga fin al uso letal e indiscriminado de la fuerza en Cisjordania.
Cifra | Descripción |
---|---|
40,000 | Personas desplazadas en el norte de Cisjordania. |
300 | Entrevistas realizadas a mediados de mayo. |
50% | Casi la mitad de las personas entrevistadas han sido desplazadas tres o más veces en cuatro meses. |
35% | Porcentaje de personas con enfermedades crónicas que no puede acceder regularmente a su medicación. |
Más de 40.000 personas continúan desplazadas por la fuerza en el norte de Cisjordania, sin acceso a sus hogares y con un acceso muy limitado a servicios básicos y atención médica.
Las comunidades han enfrentado incursiones y violentos desalojos por parte de las fuerzas israelíes, así como más de 100 incidentes de violencia indiscriminada, incluyendo tiroteos, agresiones y detenciones.
Las necesidades de salud mental están aumentando, especialmente entre mujeres y niños, debido al desplazamiento repetido, la incertidumbre y la violencia vivida.
MSF ha creado equipos médicos móviles que operan en más de 40 sitios públicos y refugios para desplazados, ofreciendo atención médica básica, apoyo en salud mental y actividades de promoción de la salud.
MSF hace un llamamiento para poner fin a las operaciones militares israelíes y al uso letal de la fuerza que está causando muertes y lesiones, así como para que las comunidades desplazadas puedan regresar con seguridad y dignidad.