El Pacto de Estado frente a la emergencia climática destaca la importancia del sector agroalimentario en la gestión del territorio. Durante una reunión, la vicepresidenta Sara Aagesen y el ministro Luis Planas subrayaron que las opiniones de agricultores, ganaderos y pescadores son cruciales en este proceso. El pacto busca abordar los desafíos del cambio climático, reconociendo que estos sectores son tanto aliados en la lucha contra el cambio climático como vulnerables a sus efectos. Las organizaciones agrarias y pesqueras han participado activamente en la elaboración de este acuerdo, que tiene como objetivo garantizar la seguridad alimentaria y mitigar los impactos climáticos.
El Pacto de Estado frente a la emergencia climática ha sido diseñado para reconocer la importancia del sector agroalimentario en la gestión del territorio. Durante una reciente reunión, la vicepresidenta Sara Aagesen y el ministro Luis Planas enfatizaron que las propuestas y opiniones de agricultores, ganaderos y pescadores son fundamentales en este proceso de elaboración.
Aagesen subrayó que el pacto se construye sobre la base de los recientes eventos climáticos extremos, como las danas y los incendios, que han impactado severamente a diversas comunidades. "Es urgente dar una respuesta sistémica", afirmó, destacando que el sector primario no solo puede contribuir significativamente a la adaptación y mitigación del cambio climático, sino que también enfrenta vulnerabilidades considerables.
El ministro Planas añadió que el documento final del pacto reflejará al sector agroalimentario como un aliado crucial para asegurar la seguridad alimentaria y combatir el cambio climático. Los agricultores, ganaderos y pescadores son esenciales para implementar medidas que ayuden a mitigar los efectos adversos del clima, fenómenos que ellos experimentan directamente en sus actividades productivas.
En esta reunión participaron diversas organizaciones profesionales agrarias, incluyendo COAG, UPA, Asaja y Unión de Uniones, así como las Cooperativas Agro-alimentarias y la federación de regantes Fenacore. También estuvieron presentes representantes de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores y de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), lo que resalta la colaboración intersectorial necesaria para enfrentar estos desafíos climáticos.
El objetivo del Pacto de Estado es reconocer el papel estratégico del sector agroalimentario en la gestión del territorio y abordar los desafíos que presenta el cambio climático, garantizando la seguridad alimentaria y promoviendo medidas para mitigar sus efectos.
En el proceso de elaboración han participado agricultores, ganaderos, pescadores, organizaciones profesionales agrarias como COAG, UPA, Asaja y Unión de Uniones, así como las Cooperativas Agro-alimentarias y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores.
El sector agroalimentario es esencial porque no solo puede contribuir significativamente a la adaptación y mitigación del cambio climático, sino que también es particularmente vulnerable a sus efectos. Los fenómenos climáticos adversos impactan directamente en sus procesos productivos.
Los recientes eventos extremos como las danas y los incendios han evidenciado la urgencia de una respuesta sistémica ante la emergencia climática que afecta a todos los sectores, incluyendo el primario.