La situación en Nepal se ha intensificado tras la dimisión del primer ministro, provocada por una violenta represión de las protestas juveniles que exigían el fin de la corrupción y el nepotismo. Las manifestaciones, conocidas como "protesta de la Generación Z", resultaron en al menos 19 muertes y cientos de heridos, lo que llevó a la ONU a hacer un llamado urgente a la contención y al diálogo. La respuesta agresiva de las fuerzas de seguridad ha generado disturbios en todo el país, con ataques a edificios gubernamentales y enfrentamientos violentos. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha expresado su preocupación por el uso excesivo de la fuerza y ha instado a todas las partes a evitar más violencia, recordando que el diálogo es esencial para abordar las inquietudes del pueblo nepalí.
La situación en Nepal ha alcanzado un punto crítico tras la renuncia del primer ministro, que se produjo el martes luego de una violenta represión de las protestas juveniles. Estas manifestaciones, conocidas como la “protesta de la Generación Z”, surgieron en respuesta a la corrupción, el nepotismo y las restricciones impuestas a las redes sociales. La represión dejó al menos 19 muertos y cientos de heridos, lo que ha llevado a la ONU a hacer un llamado urgente por la moderación y el diálogo.
Los disturbios comenzaron el lunes y rápidamente se intensificaron debido a la agresiva respuesta de las fuerzas de seguridad. La mayoría de las víctimas eran jóvenes manifestantes que fueron disparados por la policía, y muchos de los heridos continúan hospitalizados en estado crítico.
A medida que avanzaba el día, las protestas se extendieron por todo el país, resultando en incendios en edificios gubernamentales, incluyendo el Parlamento en Katmandú, así como oficinas de partidos políticos. Las residencias de varios líderes políticos también fueron atacadas, mientras que comisarías fueron invadidas y el aeropuerto internacional fue cerrado.
Según informes, el primer ministro fue evacuado en helicóptero desde su residencia oficial antes de que se anunciara su dimisión. Esta decisión ha provocado dimisiones adicionales entre ministros federales y provinciales, así como parlamentarios, quienes han expresado su protesta ante la gestión de las manifestaciones.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha manifestado su preocupación por el aumento de muertes y el deterioro rápido de la situación. En un comunicado emitido desde Ginebra, Volker Türk expresó su consternación ante la escalada de violencia y condenó el “uso innecesario y desproporcionado de la fuerza” contra los manifestantes.
"El diálogo es esencial para abordar las preocupaciones del pueblo nepalí", subrayó Türk, instando tanto a las autoridades como a los manifestantes a actuar con moderación.
En Nueva York, durante una rueda de prensa diaria, el portavoz de la ONU destacó que el Secretario General, António Guterres, está siguiendo atentamente los acontecimientos en Nepal. Stéphane Dujarric manifestó su profunda preocupación por las vidas perdidas y reiteró su llamado a evitar una mayor escalada del conflicto.
Dujarric enfatizó que “las autoridades deben cumplir con las leyes internacionales de derechos humanos, y es crucial que las protestas se realicen pacíficamente”. También hizo referencia a imágenes provenientes del país que evidencian la gravedad de la situación.
A medida que aumentan los llamados a investigar los incidentes violentos, el equipo de la ONU en Nepal ha ofrecido sus condolencias a las familias afectadas e instó a garantizar que cualquier respuesta policial sea proporcionada y acorde con normas internacionales.
Las recientes protestas son parte de un patrón más amplio de movilizaciones juveniles en Nepal. Estudiantes y jóvenes profesionales han salido repetidamente a las calles para exigir rendición de cuentas a sus líderes políticos. Las manifestaciones del lunes vieron cómo miles marchaban en Katmandú y otras ciudades con pancartas exigiendo un alto a la corrupción.
No obstante, estos actos pacíficos se tornaron violentos cuando las fuerzas policiales intervinieron para dispersar a los asistentes. Los informes indican al menos 19 muertos y cientos heridos durante estos enfrentamientos.
La indignación generada por estas muertes ha provocado reacciones no solo dentro del país sino también entre comunidades nepalíes en el extranjero, donde se han organizado manifestaciones solidarias. Durante la tarde del mismo día, algunos manifestantes lograron irrumpir en edificios clave como el Parlamento y el Tribunal Supremo, incendiando partes de estas instalaciones.
A medida que se intensifican los llamados al diálogo, el Alto Comisionado recordó cómo Nepal logró salir anteriormente de crisis similares para establecer instituciones democráticas estables. "El mundo ha admirado cómo Nepal emergió del conflicto hacia una democracia pacífica", afirmó Türk.
"Mi Oficina está lista para apoyar iniciativas dialogantes que puedan contribuir a reducir tensiones", agregó. El equipo local de la ONU también reafirmó este compromiso, destacando que “las voces jóvenes nepalíes deben ser escuchadas” para asegurar una estabilidad duradera mediante acciones concretas frente a sus demandas legítimas.
Cifra | Descripción |
---|---|
19 | Número de muertos en las protestas |
Cientos | Número de heridos en las protestas |
Miles | Número de manifestantes en Katmandú y otras ciudades |
Varios | Número de edificios incendiados (incluyendo el Parlamento) |
El primer ministro de Nepal renunció tras la violenta represión de las protestas juveniles contra la corrupción, que resultaron en al menos 19 muertos y cientos de heridos.
Los manifestantes, principalmente jóvenes, exigían el fin de la corrupción, el nepotismo y las restricciones a las redes sociales.
La ONU instó a las autoridades y a los manifestantes a mostrar moderación y a evitar la violencia, enfatizando que el diálogo es la mejor manera de abordar las preocupaciones del pueblo nepalí.
Se pide que todas las denuncias de uso excesivo de la fuerza sean investigadas de manera independiente, transparente e imparcial, y que la respuesta de las fuerzas del orden sea proporcionada y acorde con las normas internacionales de derechos humanos.
Las protestas son parte de una serie más amplia de movilizaciones juveniles en Nepal, donde estudiantes y jóvenes profesionales han salido a exigir responsabilidades a la clase política.