En Gaza, las familias continúan regresando a sus hogares tras el frágil alto el fuego establecido hace un mes. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) informa que más de 75,000 personas desplazadas se encuentran en albergues mientras se implementa una campaña de vacunación para proteger a miles de niños contra enfermedades como el sarampión y las paperas. A pesar del respiro temporal, persisten desafíos significativos en el acceso a refugio, alimentos y agua potable, especialmente con la llegada del invierno. La UNRWA destaca la necesidad de permitir su operación con libertad para abordar las críticas necesidades humanitarias y aboga por una solución política duradera al conflicto palestino-israelí. En Cisjordania, la situación sigue siendo grave debido a la violencia y el desplazamiento, donde la UNRWA también desempeña un papel crucial en la asistencia a refugiados.
Un mes después de que se estableciera un alto el fuego en Gaza, las familias de la región continúan retornando gradualmente a sus hogares y comunidades, siempre que las condiciones lo permitan, según informó este lunes la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
El personal de esta agencia sigue trabajando en el terreno, proporcionando servicios esenciales, mientras que alrededor de 100 albergues de UNRWA acogen a más de 75.000 personas desplazadas.
Después de dos años marcados por bombardeos devastadores, ha comenzado una campaña de vacunación que busca inmunizar a miles de niños contra el sarampión, las paperas y otras enfermedades.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha destacado que en toda la Franja de Gaza, los aliados respaldados por el Fondo Humanitario para los Territorios Palestinos Ocupados están ayudando a las familias a replantar sus tierras y acceder a un entorno educativo seguro, así como a servicios de protección. Estos esfuerzos son considerados “un apoyo vital, aunque frágil”.
En un artículo publicado en el periódico británico The Guardian, Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA, indicó que el frágil alto el fuego representa un alivio para una población desgastada. Sin embargo, advirtió sobre las preocupaciones persistentes relacionadas con el acceso a refugio, alimentos y agua potable, especialmente con la llegada del invierno.
Lazzarini enfatizó que “la ONU, incluida UNRWA, posee la experiencia y los recursos necesarios para atender eficazmente las necesidades humanitarias críticas”, pero subrayó que es fundamental que se le permita operar con libertad e independencia.
La Agencia continúa siendo un salvavidas en la Cisjordania ocupada, incluyendo Jerusalén oriental. Allí, una operación militar israelí iniciada a principios del año ha generado desplazamientos y destrucción.
A su vez, la violencia perpetrada por colonos israelíes ha aumentado en medio de un contexto donde se reduce el espacio humanitario disponible.
Roland Friedrich, director de UNRWA en Cisjordania, afirmó que la Agencia cuenta con más de 4.600 empleados en la región, lo que la posiciona como el segundo mayor proveedor de servicios y empleo, solo detrás de la Autoridad Palestina. Actualmente asiste a más de 930.000 refugiados registrados.
Cerca de 48.000 niños asisten a 96 escuelas administradas por UNRWA cinco días a la semana. Además, 43 centros de salud han llevado a cabo más de 700.000 consultas médicas desde inicios del año.
"Contamos con 270.000 refugiados palestinos vulnerables beneficiándose de programas de protección social y asistencia económica", declaró Friedrich en un video difundido en redes sociales.
"Esto ocurre en medio de la crisis humanitaria más grave vivida en Cisjordania desde 1967", agregó.
Lazzarini destacó que la “escalada sin precedentes” en el norte ha provocado el desplazamiento de más de 30.000 personas provenientes de tres campos de refugiados distintos.
"La UNRWA sigue siendo un salvavidas", aseveró Lazzarini. "Nuestra labor es esencial no solo para satisfacer las necesidades humanitarias básicas sino también para mejorar las condiciones de vida y contribuir significativamente a la estabilidad tanto local como regional".
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 75,000 | Personas desplazadas en albergues de UNRWA |
| Miles | Niños inmunizados en la campaña de vacunación |
| 930,000 | Refugiados registrados atendidos por UNRWA |
| 48,000 | Niños que asisten a escuelas de UNRWA |
| 700,000 | Consultas médicas realizadas en centros de salud de UNRWA |
Las familias gazatíes están regresando poco a poco a sus antiguos hogares y comunidades, siempre que el acceso esté permitido. Esto ocurre un mes después del alto el fuego en Gaza.
La UNRWA está prestando servicios vitales y operando albergues que dan cobijo a más de 75.000 personas desplazadas. Además, están ayudando a las familias a replantar sus tierras y acceder a servicios de protección.
Se ha puesto en marcha una campaña de vacunación de refuerzo para inmunizar a miles de niños contra enfermedades como el sarampión y las paperas.
Aún hay preocupaciones sobre el acceso a refugio, alimentos y agua potable, especialmente con la llegada del invierno.
La violencia de colonos israelíes se ha intensificado, lo que ha llevado a desplazamientos y destrucción. La UNRWA sigue siendo un salvavidas para los refugiados palestinos en esta región.
Más de 48.000 niños asisten a escuelas de la UNRWA, y se han realizado más de 700.000 consultas médicas en centros de salud este año.
La escalada de violencia ha desplazado a más de 30.000 personas de tres campos de refugiados, lo que resalta la necesidad crítica de asistencia humanitaria.