La ministra de Sanidad, Mónica García, ha anunciado la actualización del Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud, conocido como Plan Calor. Este plan, en vigor desde 2004, tiene como objetivo prevenir y mitigar los efectos negativos de las altas temperaturas en la salud pública. Se basa en un sistema de alerta que utiliza predicciones meteorológicas y datos de mortalidad para identificar riesgos y establecer niveles de intervención según la intensidad térmica. La nueva edición incluye una guía metodológica para facilitar su comprensión tanto a profesionales como a la ciudadanía. El plan define cuatro niveles de riesgo por calor, identificados con un código de colores, y considera factores personales y ambientales que pueden aumentar la vulnerabilidad ante las altas temperaturas.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha presentado recientemente las actualizaciones del Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud, conocido como Plan Calor. Esta iniciativa, que se encuentra en vigor desde 2004 y es revisada anualmente, tiene como objetivo principal prevenir y mitigar los efectos adversos que las altas temperaturas pueden tener en la salud pública.
El plan se fundamenta en un sistema de alerta que utiliza predicciones meteorológicas y datos sobre mortalidad diaria para identificar riesgos de forma anticipada. Esto permite establecer niveles de intervención según la intensidad térmica y el impacto sanitario esperado.
Entre las novedades introducidas en esta edición del Plan se destaca la creación de una guía metodológica. Este recurso técnico facilitará la comprensión del funcionamiento del sistema de niveles de alerta térmica, lo que beneficiará tanto a profesionales del ámbito sanitario y de protección civil como a responsables institucionales y ciudadanos.
El Plan Nacional clasifica cuatro niveles de riesgo para la salud debido a las altas temperaturas, representados por un código de colores similar al semáforo: nivel 0 (sin riesgo) y niveles 1, 2 y 3, que indican un riesgo creciente para la salud, con colores amarillo, naranja y rojo respectivamente.
Las temperaturas extremas afectan a toda la población; sin embargo, el nivel de riesgo varía según diversos factores personales, sociales y ambientales. Entre los factores personales se encuentran:
Por otro lado, entre los factores ambientales, laborales o sociales destacan:
A medida que aumenta el número de factores de riesgo, también lo hace la vulnerabilidad. La edad es un factor crucial; la mortalidad se concentra particularmente en personas mayores de 65 años, especialmente aquellos mayores de 75. Las condiciones económicas precarias que dificultan el acceso a viviendas adecuadamente climatizadas son otro aspecto significativo.
Los niveles de riesgo establecidos por el Plan Nacional se interpretan así:
La persistencia del nivel rojo durante episodios prolongados de ola de calor representa un riesgo extremo para toda la población, especialmente para aquellos más vulnerables.
Cada mañana, el Ministerio de Sanidad actualiza el mapa de riesgo por exceso de temperaturas en su sistema meteosalud.es. Además, ofrece a los ciudadanos un Servicio de Suscripción a Temperaturas y Niveles de Riesgo por Zonas, permitiendo recibir información sobre las previsiones térmicas y los niveles correspondientes al riesgo para la salud mediante correo electrónico o SMS, todo ello sin costo alguno.
El objetivo del Plan es prevenir y mitigar los efectos negativos que las altas temperaturas pueden tener sobre la salud de la población.
El Plan está en vigor desde 2004 y se revisa anualmente.
Se ha incluido una guía metodológica que permite comprender el funcionamiento del sistema de niveles de alerta térmica, facilitando su interpretación para profesionales y ciudadanos.
Los niveles de riesgo se clasifican en cuatro categorías identificadas por un código de colores: nivel 0 (ausencia de riesgo), nivel 1 (amarillo), nivel 2 (naranja) y nivel 3 (rojo), indicando un riesgo creciente para la salud.
Las personas más vulnerables incluyen lactantes, mayores de 65 años, mujeres gestantes, personas con enfermedades crónicas o trastornos mentales, así como aquellos que viven solos o en condiciones económicas desfavorables.
Este servicio permite recibir información sobre la temperatura prevista y el nivel de riesgo para la salud por temperatura excesiva, gratuitamente por correo electrónico y/o SMS.