El Ministerio del Interior ha ordenado un refuerzo en la protección de las víctimas de violencia de género durante el periodo estival, que se extenderá hasta el 14 de septiembre. Esta medida, dirigida a Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Foral de Navarra, responde al aumento de casos violentos en esta época del año. Los agentes deben prestar especial atención a situaciones de riesgo elevado, como aquellas que involucran a menores o problemas de salud mental y adicciones. Además, se enfatiza la importancia de mejorar la comunicación con el entorno de las víctimas y aplicar protocolos para detectar casos no denunciados. Estas acciones buscan garantizar una respuesta más efectiva ante la violencia de género.
La Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior ha emitido una directriz a los cuerpos policiales que operan en el Sistema VioGén 2, instándolos a intensificar las medidas de protección para las víctimas de violencia de género durante la temporada estival. Esta orden, fechada el 23 de junio, se dirige principalmente a la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Foral de Navarra, aunque también se ha compartido con otros operadores del sistema.
Las nuevas instrucciones estarán vigentes hasta el 14 de septiembre y responden a un aumento significativo en los incidentes relacionados con la violencia de género durante este periodo. Las estadísticas indican que el verano es una época propensa a estos sucesos, lo que justifica la implementación de medidas extraordinarias.
Los agentes deberán identificar ciertas circunstancias ambientales que pueden incrementar el riesgo, como las altas temperaturas, que tienden a generar tensiones en las relaciones interpersonales y propiciar conductas agresivas. Además, se considerarán momentos críticos los fines de semana y los días previos a festividades.
En cuanto a los casos activos en el Sistema VioGén 2, se enfatiza la necesidad de reforzar las medidas de protección en aquellos considerados especialmente relevantes o que involucren a menores en situación de riesgo. También se prestará atención a situaciones donde las mujeres hayan sufrido episodios previos de violencia por parte de agresores persistentes o presenten problemas relacionados con la salud mental y adicciones, especialmente al alcohol.
La directriz subraya la importancia del cumplimiento riguroso del Protocolo 2025, establecido en la Instrucción 1/2025. Este protocolo tiene como objetivo mejorar la evaluación y gestión policial del riesgo asociado a la violencia de género mediante un análisis más detallado sobre los antecedentes violentos y características psicológicas de los agresores.
Asimismo, se insta a los agentes a fortalecer los canales de comunicación con el entorno de las víctimas para obtener información actualizada que permita ajustar adecuadamente el nivel de riesgo y optimizar así su protección. Se recomienda también aumentar las acciones policiales para detectar precozmente posibles casos no denunciados mediante el Protocolo Cero, que orienta sobre cómo abordar el primer contacto con víctimas en situación vulnerable.
Estas medidas son particularmente relevantes para lo que se denomina ‘casos resistentes’, donde las víctimas rechazan o dificultan la asistencia y protección ofrecida por el sistema. En tales situaciones, se sugiere buscar colaboración con servicios sociales u otros recursos asistenciales disponibles para proporcionar una respuesta más efectiva ante estos complejos escenarios.
La detección temprana del riesgo es fundamental para activar acciones específicas y concretas dirigidas a cada víctima, asegurando así una intervención adecuada en cada caso particular.
El Ministerio del Interior ha ordenado a los cuerpos policiales que refuercen las medidas de protección a las víctimas de violencia de género, especialmente aquellas en situaciones de riesgo elevado, hasta el 14 de septiembre.
Se consideran de mayor riesgo aquellos casos que incluyen a menores en riesgo, episodios previos de violencia con otros agresores persistentes, y aquellos con problemas de salud mental y adicciones.
Las estadísticas indican que durante el verano hay un incremento en los sucesos violentos relacionados con la violencia de género, lo que justifica la adopción de medidas extraordinarias.
Los agentes deben considerar factores como las altas temperaturas, fines de semana y días previos a festividades, ya que pueden favorecer dinámicas de crisis en las relaciones humanas.
El Protocolo 2025 establece un nuevo sistema para valorar y gestionar el nivel de riesgo en casos de violencia de género, mejorando la evaluación policial del peligro basado en antecedentes del agresor y otros factores relevantes.
La directriz solicita aumentar los canales de comunicación con el entorno cercano a las víctimas para obtener información actualizada que permita ajustar adecuadamente el nivel de riesgo y mejorar su protección.
El Protocolo Cero guía el primer contacto policial con víctimas no denunciadas, buscando detectar precozmente posibles casos de violencia de género para ofrecer asistencia adecuada.
'Casos resistentes' son aquellos donde la víctima rechaza o dificulta la asistencia y protección ofrecida. En estos casos, se busca involucrar servicios sociales para una respuesta más eficaz.