Un informe de Greenpeace revela que la pobreza energética en verano afecta a una de cada tres familias en España, duplicando la incidencia de invierno. Las altas temperaturas, que alcanzan hasta 48 ºC en viviendas mal aisladas de Málaga, Valencia y Madrid, obligan a muchas familias a elegir entre costosas facturas eléctricas o soportar un calor extremo. Greenpeace exige al Gobierno una rehabilitación masiva de viviendas y la promoción de energías renovables para garantizar el derecho a una vivienda digna y sostenible. La situación es más crítica para las familias vulnerables, especialmente aquellas en régimen de alquiler.
Greenpeace denuncia el impacto del calor en la vivienda
Un reciente informe de Greenpeace ha puesto de manifiesto que la pobreza energética en verano es un fenómeno alarmante, duplicando las cifras de invierno. Según el estudio, hasta una de cada dos familias vulnerables se ve afectada por esta situación. Las imágenes capturadas con cámaras termográficas en ciudades como Málaga, Valencia y Madrid revelan temperaturas internas que alcanzan los 48 ºC, resultado del deficiente aislamiento de viviendas.
Las fotografías obtenidas muestran cómo el calor se infiltra en los hogares a través de ventanas, paredes y techos mal aislados, convirtiendo estos espacios en hornos durante los meses más cálidos. María Prado, responsable de campañas del Área de Clima, Energía y Movilidad de Greenpeace España, enfatiza que “nuestras viviendas deberían ser refugios frente al clima extremo, pero el 95 % presenta un aislamiento inadecuado”. Esto obliga a muchas familias a elegir entre pagar altas facturas eléctricas para enfriar sus hogares o soportar condiciones insoportables.
El informe titulado Somos más pobres en verano: análisis sobre la pobreza energética en las viviendas en los meses de calor, elaborado en colaboración con Ecodes, señala que el 33,6 % de las familias españolas no puede mantener una temperatura adecuada durante el verano, cifra que asciende al 53,3 % entre las familias vulnerables.
El estudio también destaca que la situación varía según el régimen de tenencia. Las viviendas en alquiler son especialmente problemáticas para mantener temperaturas adecuadas debido a las dificultades para realizar mejoras. Este hecho se agrava entre colectivos vulnerables, donde el 77 % reside en régimen de alquiler.
Prado subraya que aunque comúnmente se asocia la pobreza energética al invierno, hay un número considerablemente mayor de familias incapaces de mantener sus hogares frescos en verano. La falta de cumplimiento con los estándares actuales de calidad térmica agrava esta crisis.
Greenpeace hace un llamado urgente al Gobierno central para que implemente medidas estructurales que aborden esta crisis energética. La organización exige recursos económicos destinados a garantizar una rehabilitación masiva que asegure el derecho a una vivienda digna y sostenible.
"La solución radica en mejorar el aislamiento y adoptar energías renovables eficientes", afirma Prado. Además, critica la financiación pública destinada a combustibles fósiles y demanda un cambio hacia inversiones que beneficien a la población.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 33.6% | Familias que no pueden mantener una temperatura adecuada en su vivienda durante el verano. |
| 17.6% | Familias que no pueden mantener una temperatura adecuada en su vivienda durante el invierno. |
| 53.3% | Familias vulnerables que no pueden mantener una temperatura adecuada en su vivienda durante el verano. |
| 95% | Porcentaje de casas con pésimo aislamiento que contribuyen al problema de la pobreza energética. |
Según el informe de Greenpeace, la pobreza energética en verano duplica la de invierno, afectando a una de cada tres familias y hasta a una de cada dos familias vulnerables.
Greenpeace ha documentado temperaturas dentro de las viviendas que alcanzan hasta 48 ºC en Málaga, Valencia y Madrid, debido al mal aislamiento de las casas.
Greenpeace reclama al Gobierno central que lidere una rehabilitación masiva y la descarbonización de los hogares mediante energías renovables para asegurar el derecho a una vivienda digna y sostenible.
El informe revela que vivir en alquiler constituye un factor de vulnerabilidad para mantener una temperatura adecuada en las viviendas, ya que dificulta realizar obras de mejora y acondicionamiento.
Las comunidades con mayor incidencia de pobreza energética en verano son Murcia, Madrid, Andalucía y Cataluña. Para familias vulnerables, Melilla, Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha son particularmente afectadas.
No poder mantener una temperatura adecuada puede afectar negativamente la salud, economía y bienestar de las familias, obligándolas a elegir entre altas facturas eléctricas o soportar el calor extremo.