España advierte en la ONU sobre la necesidad de gobernar la inteligencia artificial (IA) para evitar un futuro de desigualdades. Durante el lanzamiento del Diálogo Global sobre Gobernanza de la IA, el presidente Pedro Sánchez destacó que sin regulación, millones de personas podrían quedar desprotegidas ante el avance tecnológico. La iniciativa, copatrocinada por España y Costa Rica, busca democratizar la gobernanza de la IA y se basa en tres pilares: política, ciencia y capacidad. Se establece un Panel Científico para alertar sobre amenazas y un Fondo Global para reducir la brecha digital. La comunidad internacional se moviliza para asegurar que la IA sea una herramienta para el desarrollo humano y no una fuente de desigualdad.
«O gobernamos la inteligencia artificial o ella nos gobernará a nosotros». Esta contundente advertencia del Secretario General de la ONU, António Guterres, resonó este miércoles en la Asamblea General, durante el lanzamiento del Diálogo Global sobre Gobernanza de la IA. En este evento, España puso de manifiesto que esta tecnología podría dar lugar a un «futuro de ganadores y perdedores» si no se implementan mecanismos de control global adecuados.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, destacó que, aunque algunos empleos desaparecerán y otros surgirán, «millones de personas pueden quedar desprotegidas» sin una visión estratégica clara. Además, advirtió que «no todos los países disponen de la infraestructura, inversión privada o talento necesario», lo que representa un «riesgo real de que la IA amplíe las brechas globales de desigualdad».
La arquitectura global presentada por Guterres se basa en tres pilares fundamentales: política, ciencia y capacidad. Esta estructura responde a los desafíos identificados por la presidenta de la Asamblea General, Annalena Baerbock: concentración del poder tecnológico, vacío regulatorio y sostenibilidad.
El primer pilar es el Diálogo Global sobre Gobernanza de la IA -copatrocinado por España y Costa Rica-, cuyo objetivo es «construir sistemas seguros y confiables», según Guterres. «Por primera vez, cada país tendrá un asiento en la mesa», enfatizó, en un esfuerzo por democratizar la gobernanza de una tecnología hasta ahora dominada por unos pocos actores.
Como segundo pilar, el Panel Científico Internacional e Independiente sobre IA, compuesto por 40 expertos, funcionará como un «sistema de alerta temprana» frente a amenazas como la desinformación y la manipulación algorítmica. Sánchez subrayó que estas prácticas «minan la confianza en nuestras instituciones y en la democracia misma».
En su intervención inaugural, Baerbock alertó que «el 99% de las personas objetivo en la pornografía de ultrafalsos son mujeres» y señaló que la IA puede perpetuar prejuicios ocultos al denegar oportunidades laborales. Ante esto, Guterres insistió en que estas iniciativas buscan «proporcionar claridad, generar confianza y reducir desigualdades».
Sánchez comparó este esfuerzo regulatorio con la creación del Organismo Internacional de Energía Atómica en 1957, destacando que desde entonces «ningún país ha usado armas nucleares contra otro». El mensaje final fue claro: «La IA puede ser un motor para el desarrollo humano o un factor de mayor desigualdad y riesgo. Puede ayudarnos a cumplir nuestros sueños como humanidad o hacer realidad nuestras peores pesadillas.
La advertencia colectiva emitida desde la ONU pone de relieve cómo la comunidad internacional comienza a movilizarse para garantizar que las promesas asociadas con la IA no se conviertan en una pesadilla democrática. El futuro dirá si estas estructuras logran adaptarse al ritmo vertiginoso de esta tecnología disruptiva.
La advertencia principal es que "o gobernamos la IA o la IA nos gobernará a nosotros", destacando la necesidad de establecer mecanismos de control global para evitar un futuro de ganadores y perdedores.
Los tres pilares son: 1) Un Diálogo Global sobre Gobernanza de la IA, 2) Un Panel Científico Internacional e Independiente sobre IA, y 3) Un Fondo Global para el Desarrollo de Capacidades.
Este panel actuará como un "sistema de alerta temprana" frente a amenazas como desinformación y manipulación algorítmica, buscando proteger la confianza en las instituciones y la democracia.
España anunció una contribución de tres millones de euros al Fondo Global para el Desarrollo de Capacidades, que busca abordar directamente la brecha digital.
Sánchez comparó este esfuerzo con la creación del Organismo Internacional de Energía Atómica en 1957, sugiriendo que una regulación efectiva puede prevenir abusos similares a los que se han visto con armas nucleares.
El mensaje final enfatiza que la IA puede ser un motor para el desarrollo humano o un factor que aumente las desigualdades y riesgos. Su gestión adecuada podría ayudar a cumplir sueños humanos o hacer realidad pesadillas.