El reciente apagón eléctrico del 28 de abril ha puesto de manifiesto la urgencia de fortalecer el sistema sanitario ante posibles fallos en infraestructuras críticas. Aunque los hospitales contaban con generadores de emergencia que les permitieron operar con cierta normalidad, otros servicios asistenciales, como centros de salud, farmacias y residencias, se vieron gravemente afectados.
Con el objetivo de prevenir riesgos para la salud pública, se ha decidido establecer un grupo de trabajo interterritorial bajo la coordinación del Ministerio de Sanidad. Este equipo tendrá varias metas fundamentales.
Objetivos del nuevo plan
- Mejorar la coordinación interterritorial e intersectorial en la respuesta a emergencias. Esto implica crear canales de comunicación robustos entre el Ministerio y las comunidades autónomas, que permitan emitir alertas predefinidas según umbrales de riesgo compartidos y gestionar de manera ordenada las situaciones de desabastecimiento.
Asimismo, es esencial establecer procedimientos de cooperación con sectores clave como operadores eléctricos y de telecomunicaciones, empresas suministradoras de agua y gasoil, así como cuerpos de seguridad del Estado y protección civil. De esta manera, el sector sanitario estará completamente integrado en los mecanismos nacionales de respuesta ante emergencias, garantizando apoyo mutuo entre regiones y niveles administrativos cuando sea necesario.
- Garantizar la continuidad asistencial durante interrupciones en los suministros esenciales, minimizando el impacto en la salud pública y en la calidad del servicio sanitario. El objetivo es asegurar que hospitales y centros de salud mantengan su operatividad durante estas crisis.
- Proteger a pacientes vulnerables, especialmente aquellos que dependen de dispositivos eléctricos o requieren atención especial (como personas electrodependientes o mayores). El plan también se enfocará en conservar medicamentos esenciales que necesitan refrigeración y asegurar la continuidad en sistemas críticos relacionados con la atención médica.
- Fortalecer la resiliencia del Sistema Nacional de Salud (SNS) frente a emergencias mediante una preparación anticipada en recursos técnicos, humanos y organizativos.
- Desarrollar un marco común nacional que incluya protocolos y guías técnicas coordinadas para que cada comunidad autónoma pueda elaborar o actualizar sus planes locales. Este marco definirá procedimientos claros y responsabilidades a todos los niveles ante fallos en suministros críticos.
Cronograma y seguimiento
El cronograma establecido para este trabajo comenzará en mayo de 2025 y culminará en junio de 2027. Un hito importante será la entrega del Plan definitivo en junio de 2026. Los doce meses posteriores estarán dedicados a implementar efectivamente las medidas propuestas y a su seguimiento continuo.
Preguntas sobre la noticia
¿Por qué se elabora un plan ante cortes masivos de suministros esenciales?
El apagón eléctrico del 28 de abril evidenció la necesidad de reforzar el sistema sanitario ante fallos en infraestructuras críticas, ya que aunque los hospitales pudieron funcionar con generadores de emergencia, otros ámbitos asistenciales se vieron más afectados.
¿Cuáles son los objetivos del nuevo grupo de trabajo interterritorial creado por el Ministerio de Sanidad?
Los objetivos incluyen mejorar la coordinación en la respuesta a emergencias, garantizar la continuidad asistencial durante interrupciones de suministros esenciales, proteger a pacientes vulnerables, fortalecer la resiliencia del Sistema Nacional de Salud y desarrollar un marco común nacional de actuación.
¿Qué medidas se implementarán para proteger a los pacientes vulnerables?
El plan pondrá énfasis en medidas para pacientes electrodependientes, personas con discapacidad y edad avanzada, así como en la conservación de medicamentos esenciales que requieren refrigeración.
¿Cuál es el cronograma del trabajo propuesto para este plan?
El cronograma comienza en mayo de 2025 y finaliza en junio de 2027, con un hito principal de entrega del Plan de contingencia en junio de 2026, seguido por un año dedicado a su implantación y seguimiento.