Debo reconocer que cuando a eso de las 10 de la mañana del lunes de pascua, he escuchado al cardenal camarlengo, Kevin Farrell (por cierto irlandés) la fatídica frase de que “Francisco había muerto”, he sentido una profunda tristeza desde mi ateísmo no militante.
Uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo: la elección del Papa. Tras la inesperada muerte del Sumo Pontífice, el cardenal Lawrence (Ralph Fiennes) es designado como responsable de dirigir el cónclave.