Greenpeace ha instado a los partidos políticos a implementar medidas consensuadas para prevenir grandes incendios forestales, tras un verano devastador. La organización destaca la necesidad de un cambio en el modelo de gestión forestal, proponiendo una inversión anual de 1.000 millones de euros para gestionar 260.000 hectáreas y evitar el abandono de montes. Miguel Ángel Soto, portavoz de Greenpeace, enfatiza que la solución radica en acuerdos políticos y políticas a largo plazo, no en usar la crisis como arma política. Las propuestas incluyen una gestión sostenible del riesgo de incendios y reformas fiscales que incentiven la actividad en el monte.
En un contexto marcado por el aumento de incendios forestales, Greenpeace ha instado a los partidos políticos a actuar con urgencia. La organización ecologista recuerda que desde hace años, el sector forestal y diversas entidades han elaborado propuestas consensuadas para la adaptación de los ecosistemas forestales ibéricos, las cuales ya están sobre la mesa de los legisladores.
Este verano ha sido catalogado como el más devastador en tres décadas, lo que ha llevado a Greenpeace a solicitar un cambio radical en el enfoque hacia la gestión forestal y la prevención de incendios. Entre las medidas destacadas se encuentran la necesidad de destinar 1.000 millones de euros anuales para gestionar 260.000 hectáreas de terreno forestal, así como reformar la fiscalidad relacionada con la pequeña propiedad para frenar el abandono de montes.
La organización ha hecho un llamado a todos los grupos políticos del arco parlamentario para que este periodo estival sea un punto de inflexión en la lucha contra los incendios. La preocupación es palpable entre miles de ciudadanos en regiones afectadas como Ourense, Lugo, Zamora, León, Asturias y Cáceres. Greenpeace enfatiza que es crucial comenzar a trabajar inmediatamente para prevenir una repetición de esta crisis en el futuro.
“Es imperativo que los grupos políticos escuchen el consenso alcanzado entre profesionales de la extinción y organizaciones ecologistas”, afirmó Miguel Ángel Soto, portavoz de la Campaña de Bosques de Greenpeace. En su declaración, Soto subrayó que la solución no radica en utilizar esta crisis como un arma política, sino en establecer acuerdos duraderos y políticas efectivas que aborden las causas estructurales del problema.
A lo largo de los años, diversas voces han clamado por políticas preventivas centradas en incrementar las inversiones y evitar el abandono rural. Estas demandas han cristalizado en tres documentos clave elaborados por un amplio espectro de actores sociales y económicos preocupados por el futuro del medio rural.
“No podemos aceptar que lo ocurrido sea calificado como ‘sin precedentes’”, advirtió Soto. Según él, las advertencias sobre posibles catástrofes han sido reiteradas desde años anteriores debido a problemas estructurales persistentes y al cambio climático.
Una primera propuesta significativa es la Declaración sobre la gestión de grandes incendios en España, presentada en junio de 2023 con el apoyo de 400 entidades. Este documento incluye 15 propuestas enfocadas en la gestión del riesgo, priorizando la prevención frente a la extinción.
Entre sus demandas se encuentra gestionar al menos el 1 % anual de la superficie forestal nacional (260.000 hectáreas) y destinar alrededor de 1.000 millones de euros anuales. Esto es fundamental para preparar adecuadamente el territorio ante futuros incendios.
Otra iniciativa relevante es el manifiesto titulado "La singularidad de los bosques ibéricos", desarrollado tras los incendios del verano pasado. Este documento busca sensibilizar a los responsables políticos sobre las particularidades que enfrentan los ecosistemas forestales del sur de Europa.
A través de estas declaraciones, se solicita una consideración especial para España y Portugal dentro del marco europeo, permitiendo adaptar políticas ambientales a las necesidades específicas del territorio ibérico.
Finalmente, se aborda la problemática del abandono rural mediante una propuesta para mejorar la fiscalidad aplicada a la gestión selvícola. Esta iniciativa destaca cómo la falta de gestión combinada con el cambio climático crea condiciones propicias para desastres ecológicos.
Soto concluyó: "Focalizarse únicamente en medios de extinción no resuelve el problema; es necesario implementar amplios acuerdos políticos y aumentar el presupuesto destinado a prevención."
Descripción | Cifra |
---|---|
Superficie forestal a gestionar anualmente (hectáreas) | 260,000 |
Inversión necesaria para la gestión forestal anual (euros) | 1,000,000,000 |
Años de advertencias sobre incendios previos | 2006, 2012, 2017, 2022 |
Años desde que no se ha tenido un verano tan malo como el actual | 30 |
Greenpeace propone un paquete de medidas que incluye la gestión anual de al menos el 1% de la superficie forestal a escala nacional y destinar alrededor de 1.000 millones de euros al año para la gestión del paisaje forestal, priorizando zonas estratégicas.
Este verano ha sido el peor desde hace tres décadas, lo que obliga a cambiar el paradigma del modelo forestal y la lucha contra los incendios. Greenpeace demanda un cambio urgente en las políticas para prevenir futuros desastres.
A pesar del consenso alcanzado entre diferentes actores del sector forestal y organizaciones ecologistas, las propuestas aún no se han implementado debido a la falta de acción política y el enfoque en medidas reactivas en lugar de preventivas.
Las organizaciones ecologistas, como Greenpeace, están trabajando para concienciar sobre la necesidad de políticas sostenibles y preventivas, así como para fomentar acuerdos políticos que aborden el problema estructural de los incendios forestales.
El cambio climático está incrementando las temperaturas y exacerbando las condiciones que favorecen los grandes incendios forestales, haciendo que situaciones similares a las vividas en años anteriores sean más virulentas.