El artículo de Christopher Lockyear, secretario general de Médicos Sin Fronteras, denuncia el genocidio en Gaza y la incapacidad de los médicos para detenerlo, subrayando que son los líderes mundiales quienes pueden actuar. Más de un millón de personas enfrentan una crisis humanitaria extrema tras órdenes de evacuación en medio de bombardeos intensos. La situación se agrava con ataques sistemáticos al sistema sanitario y la escasez deliberada de alimentos y agua, lo que ha llevado a miles a la muerte. Lockyear enfatiza que la comunidad internacional es cómplice del genocidio por su apoyo o silencio ante las atrocidades cometidas. Se hace un llamado urgente a los gobiernos para que presionen por un alto el fuego y faciliten ayuda humanitaria en Gaza.
Más de un millón de personas en Gaza se enfrentan a una nueva tragedia tras recibir la orden de evacuación urgente de Ciudad de Gaza, en el marco de una inminente ofensiva terrestre del ejército israelí. Para muchos, escapar es imposible: ancianos, enfermos graves, mujeres embarazadas y heridos quedan condenados a una muerte segura.
Las personas que intenten huir lo harán bajo intensos bombardeos. Aquellos que logren sobrevivir al viaje se verán obligados a llegar a zonas superpobladas del centro y sur de Gaza, donde no encontrarán ni seguridad ni lo básico para sobrevivir. Una población ya empujada al límite por casi diez años de brutalidad extrema enfrenta ahora una catástrofe inminente.
Lo que está ocurriendo en Gaza no es solo una crisis humanitaria; es la destrucción sistemática de un pueblo. Médicos Sin Fronteras (MSF) sostiene con firmeza que Israel está cometiendo un genocidio contra los palestinos en Gaza, actuando con total impunidad.
El costo humano es abrumador. Según las últimas cifras del Ministerio de Salud, más de 64.000 personas han sido asesinadas, entre ellas 20.000 niños y niñas. Es probable que el número real sea aún mayor, ya que muchas más personas permanecen sepultadas bajo los escombros de hospitales, escuelas y viviendas.
No hay ningún lugar seguro en Gaza. Familias enteras han sido aniquiladas mientras buscaban refugio en sus hogares. Se ha asesinado a trabajadores sanitarios mientras atendían a los enfermos y se ha atacado a periodistas por ser testigos de estos hechos. El ejército israelí ha atacado indiscriminadamente todo y a todos en Gaza.
Se están utilizando armas diseñadas para campos de batalla abiertos —algunas vendidas a Israel por Estados Unidos y gobiernos europeos— en zonas urbanas densamente pobladas, donde la gente se refugia en tiendas improvisadas. Como resultado, MSF está tratando lesiones devastadoras.
Las autoridades israelíes han sistemáticamente atacado el sistema sanitario, bombardeando hospitales y asaltando instalaciones médicas, poniendo en peligro tanto al personal como a los pacientes; actos que pueden constituir crímenes de guerra. Los pocos hospitales restantes están desbordados y carecen de suministros suficientes, lo que provoca sufrimiento y muertes innecesarias.
Dode nuestros colegas han sido asesinados, incluido nuestro cirujano ortopédico, el Dr. Mohammed Obeid, quien permanece detenido desde octubre de 2024. En total, más de 1.500 trabajadores sanitarios han perdido la vida, cada uno representando una pérdida devastadora para sus familias y para el asediado sistema sanitario de Gaza.
El impacto de esta guerra genocida va más allá de los ataques directos. Las autoridades israelíes han impuesto un asedio total sobre Gaza, restringiendo severamente el suministro de combustible, agua, alimentos y material médico.
Esa política de castigo colectivo ha llevado a la declaración formal de hambruna. Una reciente encuesta realizada en nuestras clínicas reveló que el 25% de las mujeres embarazadas o lactantes estaban desnutridas, aumentando así el riesgo de muertes fetales y partos prematuros.
La escasez deliberada de agua está provocando enfermedades mortales. En el último mes, MSF atendió a 4.000 personas por diarrea acuosa, especialmente peligrosa para los niños desnutridos. Aunque podríamos aumentar el suministro habitual de agua potable, se nos impide hacerlo.
"Los gobiernos del mundo son cómplices del genocidio", afirma Christopher Lockyear, secretario general de MSF. La violencia perpetrada por colonos y fuerzas estatales en Cisjordania también se intensifica con robos sistemáticos y desplazamientos forzosos como parte del plan para cambiar la composición demográfica del territorio.
A medida que se acerca el segundo aniversario del inicio de esta violencia implacable y extrema, las decisiones políticas necesarias para ponerle fin siguen retrasándose demasiado. Los líderes mundiales tienen la capacidad —y la responsabilidad moral— para actuar ahora mismo.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 1,000,000 | Personas enfrentando evacuación urgente |
| 64,000 | Personas asesinadas en Gaza |
| 20,000 | Niños asesinados en Gaza |
| 12 | Colegas de MSF asesinados |
| 1,500 | Trabajadores sanitarios asesinados |
| 25% | Mujeres embarazadas o lactantes desnutridas |
El artículo describe una situación de crisis humanitaria extrema en Gaza, donde más de un millón de personas enfrentan un nuevo horror tras recibir órdenes de evacuación ante una gran ofensiva terrestre del ejército israelí. Se menciona que la población se encuentra condenada a muerte, especialmente aquellos que no pueden escapar, como ancianos y enfermos.
Médicos Sin Fronteras califica lo que ocurre en Gaza como un genocidio contra los palestinos, destacando que Israel está cometiendo estos actos con total impunidad.
Según el Ministerio de Salud, más de 64,000 personas han sido asesinadas en Gaza, incluyendo 20,000 niños. Se señala que el número real podría ser mayor debido a las personas sepultadas bajo los escombros.
Lockyear afirma que los gobiernos de todo el mundo son cómplices del genocidio al apoyar a Israel políticamente, militarmente o mediante su silencio. Llama a estos gobiernos a ejercer presión política real para detener las atrocidades.
Se proponen medidas urgentes como garantizar un alto el fuego, levantar el asedio y permitir la entrega inmediata de ayuda humanitaria. También se enfatiza la necesidad de proteger instalaciones médicas y trabajadores sanitarios.