Un informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre los territorios palestinos ocupados de la ONU concluye que Israel ha cometido genocidio en la Franja de Gaza. Desde el 7 de octubre de 2023, las fuerzas israelíes han perpetrado actos que incluyen asesinatos y lesiones graves, sometiendo a los palestinos a condiciones inhumanas y dificultando su natalidad. La presidenta de la Comisión, Navi Pillay, destaca que estos actos reflejan una intención clara de destruir al pueblo palestino. El informe insta a Israel a cumplir con sus obligaciones legales internacionales y a la comunidad internacional a actuar para detener el genocidio, advirtiendo que la inacción equivale a complicidad.
Israel ha sido acusado de genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza, según un informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre los territorios palestinos ocupados. Este organismo instó a Israel a cumplir con sus obligaciones legales bajo el derecho internacional para poner fin a lo que se describe como una atrocidad y castigar a los responsables.
La Comisión, creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, fundamentó sus conclusiones en una investigación exhaustiva sobre los eventos ocurridos en Gaza desde el 7 de octubre de 2023 hasta el 31 de julio del presente año.
El informe señala que las autoridades y fuerzas israelíes han cometido cuatro de los cinco actos genocidas definidos en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, al matar, causar lesiones graves, someter a condiciones de vida que podrían llevar a la destrucción parcial o total de los palestinos e imponer medidas para impedir la natalidad. La presidenta de la Comisión, Navi Pillay, afirmó que “existe la intención de destruir a los palestinos de Gaza mediante actos que cumplen con los criterios establecidos en la Convención sobre el Genocidio”.
El informe detalla que las declaraciones explícitas de las autoridades israelíes y el comportamiento sistemático de las fuerzas de seguridad apuntan a que estos actos genocidas se llevan a cabo con la intención clara de eliminar, total o parcialmente, al grupo palestino en Gaza.
Para respaldar estas afirmaciones, la Comisión analizó las operaciones militares israelíes en Gaza, incluyendo una matanza sin precedentes y lesiones graves sufridas por un número elevado de palestinos; un asedio total que ha bloqueado ayuda humanitaria causando hambruna; y la destrucción sistemática del sistema sanitario y educativo. También se mencionan actos sistemáticos de violencia sexual y ataques directos contra niños, así como agresiones a lugares religiosos y culturales.
Navi Pillay subrayó que la responsabilidad por estas atrocidades “recae en las más altas esferas del gobierno israelí, quienes han orquestado una campaña genocida durante casi dos años con el objetivo específico de eliminar al pueblo palestino en Gaza”. El informe destaca que Israel no ha evitado ni castigado el genocidio, omitiendo investigar crímenes cometidos por sus propias fuerzas.
La Comisión también examinó las declaraciones públicas y patrones conductuales de las autoridades israelíes, concluyendo que hay una clara intención genocida detrás de sus acciones. Pillay enfatizó que “Israel ha ignorado flagrantemente las órdenes provisionales emitidas por la Corte Internacional de Justicia” y ha continuado su estrategia destructiva hacia los palestinos en Gaza.
A pesar del clamor internacional por detener estos actos, los hallazgos sugieren que las autoridades israelíes no tienen intención alguna de cambiar su rumbo actual.
Pillay insistió en que “Israel debe poner fin inmediatamente al genocidio en Gaza” y cumplir con las órdenes internacionales para garantizar acceso humanitario sin restricciones. Además, instó al país a levantar el asedio y permitir entrada irrestricta al personal humanitario.
La Comisión también demandó el cese inmediato de actividades relacionadas con su fundación para ayuda en Gaza.
En cuanto a la comunidad internacional, se destacó que todos los Estados tienen una obligación legal de utilizar todos los medios disponibles para detener el genocidio en Gaza. Esto incluye detener transferencias militares a Israel y asegurar que individuos o empresas no participen ni inciten al genocidio.
Pillay concluyó advirtiendo que “la comunidad internacional no puede permanecer en silencio ante esta campaña genocida”, subrayando que cualquier inacción frente a pruebas claras equivale a complicidad.