El Gobierno de España, liderado por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha establecido un acuerdo con plataformas digitales como Meta, YouTube y TikTok para analizar trimestralmente los discursos de odio en redes sociales. Esta iniciativa surge tras la entrega de la memoria anual del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE), que reportó 2.870 contenidos racistas en 2024, con una baja tasa de retirada del 35%. Las reuniones buscan mejorar la eficacia en la eliminación de estos mensajes y coordinar esfuerzos frente a la desinformación y el racismo. Se destaca el uso del Sistema FARO para monitorizar contenido odioso y se reconoce que el discurso de odio ha pasado a ser un fenómeno estructural en las redes sociales.
El Gobierno español ha presentado a las plataformas digitales la memoria anual de monitorización del discurso de odio correspondiente al año 2024, elaborada por el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE). Este informe revela que se notificaron un total de 2.870 contenidos de carácter racista, de los cuales solo el 35% fue retirado.
La reunión, que contó con la participación de representantes de Meta, YouTube y TikTok —aunque X no estuvo presente—, tuvo como objetivo mejorar tanto los datos como el tiempo de retirada de contenido relacionado con el odio. Se acordó establecer un trabajo colaborativo y coordinado entre todos los actores implicados mediante reuniones técnicas trimestrales para analizar la evolución de estos mensajes.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, destacó la importancia del encuentro: “Agradezco a todas las plataformas digitales su asistencia. Hoy reanudamos los trabajos del grupo de colaboración creado el pasado 30 de julio, un espacio sin precedentes en España y en la Unión Europea”. Saiz subrayó que es fundamental frenar la desinformación y el discurso de odio en las redes sociales.
Tanto las plataformas como el Ministerio se han comprometido a reunirse cada tres meses y a formar grupos internos para abordar aspectos técnicos relacionados con la implementación de la Ley de Servicios Digitales (DSA) y para definir una interpretación uniforme del concepto “discurso de odio”. Las plataformas han manifestado su interés en detener este tipo de mensajes y han compartido sus herramientas para eliminar contenido antes de que sea visible por los usuarios.
El informe indica que durante 2024, OBERAXE notificó a cinco plataformas —Facebook, X, Instagram, TikTok y YouTube— un total de 2.870 contenidos considerados discursos de odio racista, xenófobo, antisemita, antigitano o islamófobo. Esta cifra ha aumentado en 2025 debido a un sistema basado en inteligencia artificial llamado Sistema FARO, que ha detectado 614.833 contenidos reportables entre enero y agosto.
A pesar del esfuerzo por monitorizar estos contenidos, los informes revelan que el 65% de los materiales reportados en 2024 y el 66% en la primera mitad de 2025 nunca fueron eliminados. Este hecho pone en evidencia las deficiencias en las políticas actuales para gestionar discursos nocivos.
Según OBERAXE, en 2024 la mayoría del discurso hostil se dirigió hacia personas originarias del norte de África (35%), seguido por africanos y afrodescendientes (24%) e inmigrantes (21%). La naturaleza del discurso varía según la plataforma; por ejemplo, en X predominan ataques hacia personas del norte de África (30%), mientras que Facebook muestra un enfoque más general hacia inmigrantes (42%).
El análisis también revela que el 37% de los discursos notificados incluyen elementos deshumanizadores. Además, se observó que un 29% incita a la violencia contra migrantes o personas extranjeras. En cuanto al lenguaje utilizado, se destaca que el 53% presenta agresividad explícita.
A lo largo de 2024, las plataformas lograron retirar solo el 35% del contenido notificado. De este porcentaje, apenas un 4% fue eliminado dentro de las primeras 24 horas desde su reporte. Este dato es crítico dado que una rápida intervención puede evitar la viralización y mitigar el impacto negativo asociado al discurso odioso.
A pesar del marco normativo establecido por el Código de Conducta y la Ley DSA (Reglamento UE 2022/2065), sigue siendo insuficiente ante la magnitud del problema. En un sorprendente 96%