Un mes después del devastador terremoto en Afganistán, más de 212.000 niños y niñas están en grave riesgo de contraer enfermedades mortales debido a la destrucción de infraestructuras de agua y saneamiento, según UNICEF. La falta de acceso a agua potable y condiciones higiénicas adecuadas ha creado un entorno propicio para brotes de diarrea acuosa aguda y otras enfermedades transmitidas por el agua. UNICEF hace un llamado urgente a los donantes para aumentar la financiación necesaria, ya que solo se ha recaudado la mitad de los 21,6 millones de dólares requeridos para abordar esta crisis humanitaria. Las condiciones actuales amenazan no solo la salud física de los sobrevivientes, sino también su seguridad, especialmente la de mujeres y niñas expuestas a violencia de género.
Un mes tras el devastador terremoto de magnitud 6,3 y sus múltiples réplicas que sacudieron el este de Afganistán, más de 212.000 niños y niñas supervivientes se encuentran en grave riesgo de contraer enfermedades mortales. Esta alarmante situación es consecuencia de la destrucción masiva de las infraestructuras de agua, saneamiento e higiene, según ha advertido UNICEF.
La catástrofe ha dejado inoperativas 132 fuentes de agua, lo que ha privado a numerosas familias del acceso a agua potable y a instalaciones para la higiene personal. La mayoría de las letrinas han sido destruidas, obligando a cuatro de cada cinco comunidades a practicar la defecación al aire libre. Además, muchos supervivientes carecen de artículos esenciales como jabón, lo que crea un entorno propicio para brotes de diarrea acuosa aguda, una enfermedad común en la región. Los centros sanitarios ya reportan un incremento preocupante en casos de erupciones cutáneas, deshidratación y diarrea.
“El terremoto ha arrasado hogares y se ha cobrado demasiadas vidas, y ahora amenaza con llevarse aún más vidas a causa de las enfermedades”, declaró Tajudeen Oyewale, representante de UNICEF en Afganistán. “Los niños y niñas que sobrevivieron al terremoto viven ahora en campamentos abarrotados o refugios improvisados cerca de sus aldeas destruidas, sin acceso a baños ni agua potable. Esta es la tormenta perfecta para una catástrofe sanitaria”, añadió.
La devastación no solo afecta la salud física; también incrementa el riesgo de violencia de género y otros problemas relacionados con la seguridad para los supervivientes que no han sido reubicados en campamentos. En particular, las mujeres y niñas enfrentan mayores peligros debido a la falta de opciones seguras para el saneamiento.
UNICEF está implementando varias medidas urgentes para mitigar esta crisis. Estas incluyen:
A pesar del esfuerzo realizado, la respuesta relacionada con agua, saneamiento e higiene (WASH) enfrenta una grave falta de financiación. Hasta el momento, solo se ha recaudado la mitad del total necesario: 21,6 millones de dólares (18,5 millones de euros). Ante esta situación crítica, UNICEF hace un llamado urgente a los donantes para incrementar su apoyo financiero ante esta emergencia olvidada.
Cifra | Descripción |
---|---|
6,3 | Magnitud del terremoto |
212.000 | Número de niños y niñas en riesgo de enfermedades mortales |
132 | Número de fuentes de agua destruidas |
21,6 millones de dólares | Fondos necesarios para la respuesta de agua, saneamiento e higiene (WASH) |
Más de 212.000 niños y niñas supervivientes están en grave riesgo de sufrir brotes de enfermedades mortales debido a la destrucción de las infraestructuras de agua, saneamiento e higiene.
La destrucción de 132 fuentes de agua y la mayoría de las letrinas ha dejado a muchas familias sin acceso a agua potable ni instalaciones para lavarse las manos, lo que propicia brotes de diarrea acuosa aguda y otras enfermedades transmitidas por el agua.
UNICEF está trabajando con aliados para ofrecer transporte temporal de agua, establecer instalaciones sanitarias temporales, distribuir kits de higiene y realizar actividades de promoción de la higiene para prevenir la propagación de enfermedades.
A pesar de los esfuerzos, la respuesta en términos de agua, saneamiento e higiene (WASH) carece de fondos suficientes, ya que solo se ha conseguido la mitad de los 21,6 millones de dólares necesarios.
El público puede contribuir al trabajo de UNICEF en emergencias como la situación en Afganistán a través del fondo para emergencias disponible en su sitio web.