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Myanmar

27/08/2025@12:25:55

La ONU ha elogiado la reciente decisión del Gobierno de Tailandia de otorgar derechos laborales a los refugiados de Myanmar, especialmente a la comunidad rohinyá, que ha estado viviendo en condiciones precarias durante años. Esta medida no solo permitirá a los refugiados trabajar legalmente y mejorar su autosuficiencia, sino que también impulsará la economía local y contribuirá al crecimiento sostenible de Tailandia. La representante del ACNUR en Tailandia, Tammi Sharpe, calificó esta resolución como un "punto de inflexión" en la política hacia los refugiados, destacando su potencial para servir como modelo regional en la gestión de crisis humanitarias. A pesar de que la medida abarca a un número limitado de personas, se espera que fomente una mayor inclusión y apoyo continuo a los desplazados.

Investigadores independientes respaldados por la ONU han denunciado torturas sistemáticas y violencia sexual en los centros de detención del ejército de Myanmar. Un informe del Mecanismo de Investigación Independiente para Myanmar revela atrocidades como palizas, descargas eléctricas, estrangulamientos y violaciones grupales, en un contexto de creciente represión tras el golpe militar de febrero de 2021. La investigación se basa en más de 1300 fuentes y ha permitido identificar a responsables, incluidos altos mandos militares. La situación en Myanmar se agrava con un conflicto civil que ha desplazado a millones y ha generado una crisis humanitaria profunda.

Un fuerte terremoto en Myanmar ha dejado un saldo trágico de 1700 víctimas, mientras las labores de búsqueda y rescate continúan en una carrera contrarreloj. La ONU ha respondido enviando casi tres toneladas de suministros médicos para ayudar a los afectados. A pesar de que las fuerzas prodemocráticas han suspendido temporalmente la guerra civil, el régimen militar sigue llevando a cabo operaciones y bombardeos en la región. Para más detalles, visita el enlace a la noticia completa.

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Un terremoto en Myanmar ha generado una creciente crisis humanitaria, con familias enfrentando escasez crítica de agua potable, alimentos y suministros médicos. Las condiciones son extremas, con equipos de ayuda trabajando sin electricidad ni saneamiento y durmiendo al aire libre. Unidades internacionales de rescate de países como China, India, Rusia, Tailandia y Bangladesh están colaborando con los equipos locales para atender las necesidades urgentes de la población afectada.