El Ministerio de Sanidad de España desarrollará un plan para abordar cortes masivos de suministros esenciales, tras el apagón eléctrico del 28 de abril que puso de manifiesto la vulnerabilidad del sistema sanitario. Este plan busca mejorar la coordinación entre comunidades autónomas y garantizar la continuidad asistencial en situaciones de emergencia, protegiendo a pacientes vulnerables y fortaleciendo la resiliencia del Sistema Nacional de Salud. Se establecerán protocolos claros y un marco común para que cada comunidad elabore sus planes de contingencia. El cronograma prevé finalizar el plan en junio de 2026, con su implementación durante el año siguiente.
El reciente apagón eléctrico del 28 de abril ha puesto de manifiesto la urgencia de fortalecer el sistema sanitario ante posibles fallos en infraestructuras críticas. Aunque los hospitales contaban con generadores de emergencia que les permitieron operar con cierta normalidad, otros servicios asistenciales, como centros de salud, farmacias y residencias, se vieron gravemente afectados.
Con el objetivo de prevenir riesgos para la salud pública, se ha decidido establecer un grupo de trabajo interterritorial bajo la coordinación del Ministerio de Sanidad. Este equipo tendrá varias metas fundamentales.
Asimismo, es esencial establecer procedimientos de cooperación con sectores clave como operadores eléctricos y de telecomunicaciones, empresas suministradoras de agua y gasoil, así como cuerpos de seguridad del Estado y protección civil. De esta manera, el sector sanitario estará completamente integrado en los mecanismos nacionales de respuesta ante emergencias, garantizando apoyo mutuo entre regiones y niveles administrativos cuando sea necesario.
El cronograma establecido para este trabajo comenzará en mayo de 2025 y culminará en junio de 2027. Un hito importante será la entrega del Plan definitivo en junio de 2026. Los doce meses posteriores estarán dedicados a implementar efectivamente las medidas propuestas y a su seguimiento continuo.
El apagón eléctrico del 28 de abril evidenció la necesidad de reforzar el sistema sanitario ante fallos en infraestructuras críticas, ya que aunque los hospitales pudieron funcionar con generadores de emergencia, otros ámbitos asistenciales se vieron más afectados.
Los objetivos incluyen mejorar la coordinación en la respuesta a emergencias, garantizar la continuidad asistencial durante interrupciones de suministros esenciales, proteger a pacientes vulnerables, fortalecer la resiliencia del Sistema Nacional de Salud y desarrollar un marco común nacional de actuación.
El plan pondrá énfasis en medidas para pacientes electrodependientes, personas con discapacidad y edad avanzada, así como en la conservación de medicamentos esenciales que requieren refrigeración.
El cronograma comienza en mayo de 2025 y finaliza en junio de 2027, con un hito principal de entrega del Plan de contingencia en junio de 2026, seguido por un año dedicado a su implantación y seguimiento.