Entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025, se han registrado 1.180 muertes atribuibles a altas temperaturas en España, un aumento del 1.300% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este incremento se ha correlacionado con 76 activaciones del nivel rojo por calor extremo, una cifra sin precedentes frente a ninguna activación en 2024. El mes de junio alcanzó una temperatura media de 23,6ºC, superando el récord histórico anterior. La mayoría de las víctimas eran mayores de 65 años, siendo las comunidades más afectadas Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria. Estos datos reflejan un cambio significativo en la severidad del clima y su impacto en la salud pública.
En una reciente reunión del Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC), se han analizado los efectos de las temperaturas extremas en la salud pública durante un periodo crítico. Desde el 16 de mayo hasta el 13 de julio de este año, se han registrado un total de 76 activaciones del nivel rojo por calor extremo, un fenómeno que no tuvo precedentes en el mismo intervalo del año anterior.
Los datos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), junto con información del Instituto de Salud Carlos III a través del sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) y el Ministerio de Sanidad, revelan un aumento alarmante en las temperaturas medias. El mes de junio alcanzó una temperatura media mensual de 23,6ºC, superando en 0,8ºC el máximo histórico anterior registrado en junio de 2017 y excediendo en 3,5ºC la media del periodo climático 1991-2020. Las previsiones para julio indican que las temperaturas continuarán elevadas en todo el país, con una probabilidad superior al 70%.
El impacto sobre la salud ha sido notablemente severo. Según el sistema MoMo, se han atribuido un total de 1.180 muertes a las olas de calor durante el mencionado periodo. Esta cifra representa un incremento superior al 1.300% respecto a las 70 muertes registradas en el mismo lapso del año pasado. En particular, durante la primera semana de julio, los fallecimientos atribuibles al calor aumentaron un 47%, lo que sugiere una tendencia preocupante.
Un análisis demográfico revela que el 95,08% de los fallecidos eran mayores de 65 años, con un 59,24% siendo mujeres. Esta distribución refleja tanto la mayor presencia femenina en edades avanzadas como factores fisiológicos que incrementan su vulnerabilidad ante el calor extremo.
A nivel territorial, las comunidades autónomas más impactadas han sido Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria. Estas regiones históricamente caracterizadas por veranos moderados ahora enfrentan un aumento notable en su vulnerabilidad climática. Este cambio podría estar vinculado a una menor adaptación estructural y social ante episodios extremos.
Fallecimientos por golpe de calor
Dentro del marco del plan activado para mitigar estos efectos, se han notificado diez muertes atribuibles a golpes de calor. De estos casos, cinco corresponden a personas mayores de 65 años y cuatro a individuos entre los 52 y los 62 años; uno más permanece sin datos disponibles.
La situación actual subraya la urgencia de abordar los desafíos que plantea el cambio climático sobre la salud pública y resalta la necesidad imperiosa de medidas efectivas para proteger a las poblaciones más vulnerables.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 1,180 | Muertes atribuibles a olas de calor entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025. |
| 1,300% | Aumento porcentual de muertes atribuibles al calor en comparación con el mismo periodo de 2024. |
| 76 | Niveles de riesgo rojo por calor extremo activados entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025. |
| 70 | Muertes atribuibles a olas de calor en el mismo periodo del año anterior (2024). |
Se han registrado un total de 1.180 fallecimientos atribuibles a las olas de calor entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025.
Esta cifra representa un aumento de más del 1.300% respecto al mismo periodo de 2024, en el que se registraron solo 70 muertes.
Se han registrado 76 activaciones del nivel rojo por calor extremo, lo que contrasta con el año anterior, donde no se activó ningún nivel rojo.
El 95,08% de las personas fallecidas tenía más de 65 años, y el 59,24% eran mujeres.
Las comunidades más afectadas han sido Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria.
Se han notificado diez fallecimientos atribuibles a golpes de calor desde la activación del plan.