Greenpeace ha denunciado la hambruna deliberada de la población palestina en Gaza, considerándola un crimen de guerra que debe cesar de inmediato. La organización informa que los palestinos están siendo asesinados y heridos mientras intentan acceder a alimentos en puestos de distribución militarizados, lo que ha llevado a una crisis de desnutrición generalizada. Greenpeace exige acciones concretas de la comunidad internacional para detener esta situación, incluyendo el levantamiento de restricciones a la ayuda humanitaria y un alto el fuego permanente. Además, solicita la liberación de detenidos palestinos y rehenes por parte de Hamás, así como sanciones selectivas contra Israel.
La organización Greenpeace ha emitido una contundente denuncia, afirmando que la hambruna utilizada como método de guerra constituye un crimen de guerra que debe cesar de inmediato. En este contexto, la población palestina se enfrenta a una grave crisis alimentaria, siendo asesinada y herida en los puntos de distribución de ayuda militarizados mientras intenta acceder a los alimentos que necesita con urgencia.
La desnutrición y el hambre se han extendido de manera alarmante por todo el territorio. A las trágicas cifras de víctimas mortales provocadas por disparos y bombardeos, se suma ahora el escalofriante número de fallecidos debido a la retención deliberada de alimentos y medicinas. Esta situación crítica es consecuencia directa del uso de la ayuda humanitaria como herramienta bélica por parte del Estado israelí.
Greenpeace sostiene que los recientes anuncios del Gobierno israelí son insuficientes para abordar la crisis. Si la comunidad internacional no toma medidas concretas ante estos crímenes de guerra, podría ser considerada cómplice en un genocidio.
Ante esta realidad, Greenpeace renueva su llamado a los líderes mundiales para que actúen con urgencia frente a la limpieza étnica y la hambruna en Gaza. La organización respalda las demandas formuladas por Acción contra el Hambre, que incluyen el levantamiento de todas las restricciones burocráticas y administrativas, la apertura de todos los pasos fronterizos y garantizar el acceso humanitario sin control militar. Asimismo, abogan por una respuesta humanitaria guiada por principios éticos bajo la dirección de la ONU.
Greenpeace advierte que solo se podrá evitar un empeoramiento significativo de la hambruna si se pone fin inmediatamente al asedio y se liberan todos los convoyes de ayuda de la ONU, actualmente retenidos en la frontera.
Además, Greenpeace ha planteado una serie de exigencias claras: