Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales y Consumo, se reunió con un grupo de jóvenes del Colectivo de Acción para el Juego y la Educación (CAJE) para discutir los efectos de la publicidad de alimentos poco saludables en la infancia. Este encuentro se produce tras el anuncio del ministerio sobre la protección de niños y adolescentes frente a esta publicidad, que impacta negativamente en sus hábitos alimentarios y salud. Más del 80% de los anuncios dirigidos a este grupo son de productos insanos, lo que agrava problemas como la obesidad, especialmente en contextos de pobreza. La reunión busca fomentar un diálogo para promover una publicidad más justa y saludable.
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, se reunió recientemente con un grupo de jóvenes del Colectivo de Acción para el Juego y la Educación (CAJE). Estas chicas han investigado los efectos de la publicidad de alimentos poco saludables en la infancia y la adolescencia, y aprovecharon la ocasión para compartir sus propuestas sobre cómo lograr una publicidad más justa y saludable.
Este encuentro se produce tras el anuncio por parte del ministerio de que se implementarán medidas para proteger a niñas, niños y adolescentes de la publicidad engañosa. Bustinduy destacó que los menores reciben más de diez anuncios diarios relacionados con estos productos solo a través de la televisión. “El próximo paso debe ser la regulación de esta publicidad. Vamos a poner coto al bombardeo constante dirigido a niños y niñas”, afirmó el ministro.
Durante el diálogo, se abordaron los desafíos que plantea la publicidad de alimentos insalubres. El grupo de jóvenes presentó los resultados de su investigación sobre cómo los menores perciben estos anuncios y qué cambios consideran necesarios para salvaguardar su bienestar.
De acuerdo con datos proporcionados por la Plataforma de Infancia, más del 80% de la publicidad alimentaria dirigida a este grupo etario corresponde a productos poco saludables. Esta exposición tiene un impacto significativo en sus hábitos alimenticios y en su salud general. La situación es aún más alarmante en hogares con menos recursos económicos; el porcentaje de obesidad infantil se duplica en contextos de pobreza, alcanzando un 23,7% frente al 10,5% en familias con mayores ingresos.
Estos hallazgos coinciden con el último estudio Aladino, elaborado por el Ministerio de Consumo a través de la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), que revela una clara brecha entre niños nacidos en familias con bajos ingresos y aquellos provenientes de entornos más favorecidos.
La reunión forma parte de las acciones que está llevando a cabo el ministerio para proteger la salud infantil. Entre estas iniciativas se incluye la aprobación del real decreto que asegura que todos los niños tengan cinco comidas saludables semanales en los centros escolares, así como el lanzamiento de la campaña “Alimentemos otro mañana”, desarrollada junto al Ministerio de Sanidad para fomentar hábitos alimentarios saludables.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| Más del 80% | Porcentaje de publicidad de alimentos poco saludables vista por niñas, niños y adolescentes. |
| 23,7% | Porcentaje de obesidad en niñas, niños y adolescentes en contextos de pobreza. |
| 10,5% | Porcentaje de obesidad en niñas, niños y adolescentes en hogares con mayores rentas. |
| Más de 10 | Anuncios diarios recibidos por menores sobre alimentos insanos solo en televisión. |
Pablo Bustinduy, el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, mantuvo un encuentro con las chicas del Colectivo de Acción para el Juego y la Educación (CAJE).
El Ministerio de Consumo busca proteger a niñas, niños y adolescentes de la publicidad de alimentos insanos y regular esta publicidad para limitar su exposición.
Se menciona que los menores reciben más de 10 anuncios al día sobre estos productos solo en televisión, y más del 80% de la publicidad que ven es sobre alimentos poco saludables.
La exposición a esta publicidad tiene un impacto directo en los hábitos de consumo y en la salud, especialmente en hogares con menos ingresos, donde el porcentaje de obesidad infantil es mayor.
Entre las iniciativas se incluye la aprobación de un real decreto que garantiza cinco comidas saludables a la semana en los centros escolares y el lanzamiento de campañas para promover hábitos alimentarios saludables.