Violencia en Darfur: al menos 20 muertos en ataques a mezquita y hospital

Al menos 20 civiles han perdido la vida esta semana en ataques perpetrados contra una mezquita y un hospital en El Fasher, la capital sitiada del estado sudanés de Darfur del Norte. La situación se ha vuelto crítica en esta región, donde la violencia ha alcanzado niveles alarmantes.

Este jueves, la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) abrió fuego el martes y miércoles en El Fasher, dirigiendo sus ataques hacia un hospital saudí y una mezquita local que servía como refugio para familias desplazadas por el conflicto.

El hospital saudí es el último centro médico operativo en la ciudad, brindando atención a miles de personas afectadas por los estragos de la guerra, según comunicó OCHA a través de su cuenta oficial de Twitter. La dependencia de la ONU condenó enérgicamente estos ataques y otros recientes llevados a cabo por las FAR en El Fasher, el último bastión bajo control del gobierno de Jartum en la región, donde se declaró hambruna el año pasado.

Objetivo: la sala de maternidad

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) también reportó que el ataque del martes tuvo como objetivo específico la sala de maternidad del hospital, resultando en doce muertos y numerosos heridos, incluyendo pacientes y personal sanitario.

“Este es el tercer ataque contra el hospital en una semana”, detalló UNFPA, haciendo un llamado urgente al cese inmediato de las hostilidades y a la protección tanto de los civiles como de las instalaciones sanitarias. También solicitaron un acceso humanitario seguro para proporcionar asistencia vital a quienes más lo necesitan.

La situación en El Fasher es desesperante; su población “está atrapada, aterrorizada e incomunicada”, advirtió un portavoz de la ONU durante una rueda de prensa habitual en Nueva York. “El último recurso para recibir atención médica está amenazado”, añadió.

Años bajo asedio

El Fasher lleva más de un año bajo asedio. En los últimos meses, las Fuerzas Revolucionarias de Seguridad (RSF), anteriormente conocidas como milicias Janjaweed, han intensificado sus bombardeos con artillería y ataques con drones con el objetivo de capturar la ciudad. Estas fuerzas son responsables de numerosas atrocidades contra comunidades no árabes en Darfur desde principios de 2000.

A nivel nacional, Sudán se encuentra sumido en una wars civil desde abril de 2023, lo que ha desencadenado una crisis humanitaria sin precedentes, afectando a más de 30 millones de personas que requieren asistencia urgente.

Aproximadamente doce millones han sido desplazadas, con más de cuatro millones buscando refugio en países vecinos como Chad y la República Centroafricana.

Conflictos internos y desplazamientos masivos

A los combates se suman ahora enfrentamientos entre comunidades locales. Los días 7 y 8 de octubre, equipos sobre el terreno pertenecientes a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registraron el desplazamiento forzado de unas 250 personas en Kernoi, cerca de la frontera con Chad, debido a conflictos intracomunitarios entre miembros de la tribu zaghawa.

Civiles continúan huyendo tanto de El Fasher como del campamento cercano de Zamzam, cuya población ha disminuido un 70% en los últimos seis meses.

Trabajadores humanitarios estiman que el número total de residentes ha caído drásticamente, pasando de 700.000 en marzo a solo 200.000 en septiembre. Miles han encontrado refugio en localidades cercanas como Tawila, que alberga actualmente alrededor de 600.000 personas desplazadas.

A pesar del compromiso continuo por parte de agencias humanitarias y sus socios para apoyar a los afectados por esta crisis, Dujarric enfatizó la necesidad urgente de un acceso humanitario seguro y una mayor protección para los civiles, así como una pausa humanitaria inmediata en El Fasher y sus alrededores.

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