Los aceites esenciales contienen algunos compuestos activos, que hace que posean diversas propiedades beneficiosas para el organismo. Por ello, los aceites esenciales se emplean para una gran cantidad de preparados con propiedades terapéuticas, en aromaterapia, para crear perfumes, etc.
Propiedades de los aceites esenciales
El uso de los aceites esenciales tiene una función terapéutica, tanto para el cuerpo como para la mente, y también se utilizan para la prevención de distintos tipos de problemas. Por ello, han sido utilizados desde hace miles de años, para aprovecharse de todos estos beneficios que ofrecen.
En primer lugar, muchos aceites esenciales presentan propiedades terapéuticas y aportan muchos beneficios a la salud. Algunos de los usos médicos más usuales son la reducción de la tos, alivio de resfriados y procesos catarrales, como relajante natural, en el tratamiento de heridas y de quemaduras, para la mejora del sueño, especialmente el aceite esencial de lavanda, y para el alivio del dolor de cabeza y la migraña, entre otros muchos.
También son conocidos sus efectos beneficiosos relajantes y sus efectos para la mejora de la piel y el cabello. Muchos aceites esenciales se emplean para realizar masajes relajantes, mezclándolos con lociones de masajes, y también en baños relajantes.
Por otro lado, se pueden usar para reducir la celulitis, para reducir las arrugas de la piel, añadiendo unas gotas de aceite esencial a la loción o a la crema facial que se utilice o para el tratamiento del acné.
Se suelen emplear además como componentes en perfumes naturales, simplemente poniendo unas gotas directamente en la piel. Este tipo de aceites naturales son ideales como perfumes, ya que no tienen químicos ni elementos que pueden resultar nocivos para la piel, y además tienen unos perfumes muy agradables.
Otro de los usos, quizás menos conocidos, de los aceites esenciales, es su uso en la limpieza del hogar. Algunos aceites son perfectos para utilizarlos como limpiadores naturales, especialmente los aceites cítricos, puesto que tienen propiedades desinfectantes, y también se suelen utilizar como purificadores de aire, mediante un vaporizador.
Los principales aceites esenciales
Cada tipo de aceite esencial es distinto y efectivo para distintos usos. A continuación, puedes encontrar los aceites esenciales más utilizados y sus propiedades más destacadas.
El aceite esencial de lavanda es uno de los más populares, en especial por sus propiedades relajantes, y porque mejora el humor y también para su uso en la curación de heridas y de quemaduras.
El aceite esencial de mandarina es muy efectivo como tratamiento contra las estrías, para combatir el acné y los granos y es ideal como tónico refrescante para la piel en pieles grasas. También tiene un efecto calmante y relajante y para mejorar la digestión, en diversos problemas, como las digestiones pesadas, la diarrea o los vómitos.
El aceite de eucalipto se emplea especialmente para los problemas de tipo respiratorio, como las alergias, la bronquitis, los resfriados y en la sinusitis.
El aceite esencial de limón es uno de los aceites cítricos que más se emplea para la limpieza del hogar, debido a que tiene unas fuertes propiedades desinfectantes y además protege las superficies en las que se limpia.
El aceite esencial de romero es un aceite muy apreciado debido a sus muchas propiedades beneficiosas para la piel. Por ello se emplea en muchas formulaciones cosméticas, por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias. También es muy utilizado para realizar masajes, mezclándolo con los aceites específicos para masaje o en jabones caseros. Es ideal también para la limpieza de la piel y además estimula el crecimiento del cabello.
El aceite de árbol de té ha alcanzado mucha fama en la actualidad, debido a sus propiedades y a sus múltiples usos que se le pueden dar. Por ello, es uno de los aceites esenciales más apreciados.
Tiene un agradable perfume, por lo que se emplea en muchos cosméticos para que aporte su olor característico. Además, también se conoce por sus propiedades antisépticas, para combatir el acné, los granos y los puntos negros. Por ello, está especialmente indicado para pieles grasas, con tendencia acneica.
Para utilizar el aceite de árbol de té, no se debe aplicar directamente sobre la piel, sino que es recomendable diluirlo en agua o en algún tónico y después ponerlo en la piel. Lo mejor es aplicarlo después de haberlo diluido, mediante un algodón.
El aceite esencial de rosa también tiene una gran variedad de usos. Se suele utilizar en aceites de masaje, por sus propiedades relajantes, para darse baños relajantes y para mejorar la circulación y aliviar la pesadez y el cansancio de los músculos.
También es muy conocido por su agradable olor. En este caso, se pueden añadir unas gotas de aceite esencial de rosas y diluirlas en agua. Se puede aplicar mediante un difusor en cualquier lugar y conseguir al instante un olor cautivante.