Si España implantara un Sistema de Depósito y Devolución de envases (SDDR), el número de envases que acaban tirados en vertederos, incinerados o arrojados al medio ambiente caería de los 7.923 millones anuales actuales a 1.878 millones (y solo considerando latas, botellas y bricks), lo que supondría un 76% menos que el volumen actual. Así se desprende del estudio What We Waste, elaborado por Reloop, en colaboración con la fundación Changing Markets y el movimiento Break Free From Plastic. Dentro de éste, la Alianza Residuo Cero, de la que forma parte Greenpeace, reclama al Gobierno de España como solución, que la nueva Ley de Residuos incorpore la creación de un Sistema de Depósito (SDDR), al igual que hacen otros países de nuestro entorno.
Reloop calcula que el número de envases desechados por persona y año en nuestro país, caería de los 168 consumidos actualmente a 40. El PET sería el material cuya tasa de recogida aumentaría más (del 37% al 91%), seguido por el metal (del 62% al 89%) y el vidrio (del 72% al 87%).
Esta investigación está basada en los porcentajes de reciclaje oficiales de las asociaciones de recuperadores de cada material. Pero diferentes gobiernos autonómicos así como informes presentados por Changing Markets y Greenpeacehan denunciado recientemente que el reciclaje de envases en España es significativamente más bajo del que arrojan las cifras oficiales. Si usamos como referencia los datos oficiales aportados por el Gobierno de las Islas Baleares e incluimos los bricks, la cifra de envases que se pierden cada año en España es de 12.750 millones, de los cuales, más de 10.000 millones podrían reciclarse y reutilizarse si las bebidas se vendieran con depósito.
“Es evidente y claro que apostar por un SDDR en nuestro país, reduciría en más de un 75% la contaminación de este tipo de residuos, e incluso el sistema de retorno se puede ampliarse también para otro tipo de envases, como mascarillas, colillas, envoltorios...”, ha declarado Julio Barea responsable de residuos de Greenpeace. “Además, es la única posibilidad de poder tener de forma generalizada envases reutilizables y rellenables, lo que conocíamos, hace no tantos años, como “devolver el casco”, ha añadido.
El SDDR consiste en que el consumidor deje unos céntimos de euro, a la hora de adquirir su envase (lata, botella, bricks….) y el importe se devuelve en su totalidad cuando el propio cliente devuelve los envases en cualquier establecimiento. Ello incentiva la recogida eficiente y amplia de envases y corta de raíz que acaben en el océano, ríos y otros parajes naturales, como demuestra este reciente estudio. La solución no es recoger la basura, sino prevenir, especialmente en el caso del mar, dado que la logística y los costes derivados de la limpieza de los ecosistemas marinos son inviables a gran escala.
El informe demuestra que los países donde estos envases se venden con depósito, como Alemania, Finlandia o Lituania, son los que mejor gestionan sus residuos. De este modo, implantar esta solución permitiría a España, y al resto de estados miembros de la Unión Europea, cumplir con los objetivos marcados por la Directiva de plásticos de un solo uso.
Entre otras medidas, la norma obligará a los países europeos a recuperar el 90% de las botellas de plástico que entran en el mercado. En este sentido, el informe afirma que, si los 24 estados comunitarios mencionados en el informe optasen por un Sistema de Depósito, cada año la UE generaría más de 30.000 millones menos de botellas desechables.
En los próximos meses, el Gobierno central y los diferentes grupos políticos del Congreso y el Senado debatirán la implementación de la Directiva Europea de plásticos de un solo uso mediante una nueva Ley de Residuos. Esto supone una oportunidad única para ir más allá de los mínimos que establece la Unión y aplicar objetivos más ambiciosos que favorezcan la reducción de residuos y opten por las alternativas reutilizables y retornables.
Con 126 toneladas diarias, España está entre los países que más plástico se estima que vierten al mar a nivel mundial, además de ser el que más lo hace a nivel europeo. Es por este motivo que debe ir más allá de los mínimos exigidos para reducir el uso de plásticos de forma generalizada.