La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha explicado que los indultos son una medida de gracia contemplada en la Constitución que respeta de forma fiel y escrupulosa la separación de poderes y que el Gobierno aplica porque la considera de utilidad pública para favorecer el diálogo, la convivencia y el reencuentro en Cataluña y entre Cataluña y el resto de España: "No vamos a renunciar, como gobierno, a hacer aquello que pensamos que es lo mejor para nuestro país, su convivencia, la estabilidad y su progreso".
Montero ha afirmado que la medida no valida, ni cuestiona ni discute las resoluciones judiciales: "La justicia terminó su trabajo y ahora es el momento de la política".
El conflicto catalán, ha dicho Montero, necesita "que la palabra, el diálogo, la convivencia y la capacidad de reencuentro cobren un protagonismo que nunca se tuvo que perder" y, como ha hecho el presidente en una declaración institucional esta mañana tras el Consejo de Ministros, ha apelado al espíritu de concordia que guio la transición para poder avanzar en ese camino.
La portavoz ha reconocido que "coser las heridas y recuperar la confianza perdida" requerirá su tiempo, pero ha expresado su confianza en que este paso "con altura de miras, con el espíritu constitucional, sea el primero de una nueva etapa para todos".
Montero ha señalado que el Gobierno es muy consciente de que los indultos pueden generar incomprensión o rechazo de una parte de la población y ha mostrado su respeto a estas posiciones, ya que "la discrepancia, siempre que esté dentro del marco legal constitucional, es legítima". No obstante, les ha pedido confianza: "La palabra es la única manera que tienen las sociedades avanzadas, democráticas, para poder seguir caminando en un destino común".
"El Gobierno trabaja para que la convivencia sea una realidad"
Lo ha dicho el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, sobre los indultos del procés, quien ha señalado en el Pleno del Senado, en respuesta a las preguntas de los grupos parlamentarios Popular y Mixto sobre los indultos concedidos a los condenados por el procés, que el Gobierno quiere "mirar hacia adelante y quiere un país en convivencia, por eso trabaja para que esta convivencia sea una realidad".
Campo ha reprochado al senador popular que "nunca han querido o no han sabido resolver los problemas, y esa es una de las causas por las que estamos aquí ahora".
En ese sentido, el ministro se refirió a que, en 2006, se aprobó un estatuto de autonomía para Cataluña con un 74% de catalanes a favor. En esa misma época solo el 14% de los votantes catalanes abrazaban el secesionismo. La inactividad del Gobierno del Partido Popular, según Campo, ha sido la causa de que, en la actualidad, un 49% de los votantes apoye las opciones independentistas.
La clave del indulto es "crear unas bases para que, desde el interés general, podamos ser un país en concordia, que dé cumplimiento a aquellos principios que supimos plasmar en la Constitución del 78 y que ustedes, tristemente, se empeñan día a día en destrozar", ha añadido.
El ministro de Justicia ha hecho hincapié en que su Gobierno "no persigue ni castiga las ideas, son todas defendibles en nuestra Constitución, y ahí es donde tenemos que movernos, en el ámbito de lo que la exposición de motivos de nuestro texto constitucional abraza: la concordia, la convivencia y trabajar por ella".
Por otra parte, Campo ha explicado al senador de Vox, que, aunque lo ocurrido fue muy grave, la unidad de España está garantizada por la Constitución. Y ha insistido en que "aunque el real decreto es irreversible, dentro del mismo se establece un elemento de condicionalidad", de tal modo que, si vuelven a cometer un delito grave, tendrán que cumplir ambas penas: la del nuevo delito cometido y la parte de la pena que les había sido indultada por los delitos anteriores.
Campo ha concluido enfatizando que "tenemos la obligación de buscar elementos de concordia y de convivencia entre catalanes, y entre catalanes y España".