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Prostitución

31/05/2018@12:41:13
Han sido detenidas 12 personas que captaban a las mujeres en Nigeria con falsas promesas de un futuro mejor en Europa y que eran sometían a rituales de vudú para doblegar su voluntad. Una vez en nuestro país, eran informadas de que habían contraído una deuda con la organización que llegaba hasta los 35.000 euros y que debían saldar mediante el ejercicio de la prostitución. Las víctimas iban a ser trasladadas a Palma de Mallorca e Ibiza a ejercer la prostitución con motivo del comienzo de la temporada de verano.

En la operación han sido liberadas 39 mujeres y se ha detenido a 89 personas, habiéndose llevado a cabo 41 registros en domicilios y locales. Es una de las operaciones más importantes desarrolladas en Europa contra los grupos criminales vinculados con las Confraternidades Nigerianas. Todas las víctimas eran de nacionalidad nigeriana, siendo varias de ellas menores de edad. Para vencer su resistencia a ejercer la prostitución, eran coaccionadas bajo ritos de "Vudú-Juju".

Agentes de la Policía Nacional han liberado a 12 mujeres de origen nigeriano que eran prostituidas por cuatro grupos de proxenetas en Bilbao y Benidorm (Alicante).

Se ha procedido a la detención de dos personas por un delito de trata de seres humanos. Las menores fueron captadas cerca de un Instituto de Madrid donde estudiaban hostelería cuando les ofrecieron trabajo como ayudantes de cocina.

La organización, que estaba asentada en Alicante y La Rioja y destacaba por su gran movilidad a nivel nacional, obligaba a las mujeres a cambiar continuamente de piso para que no se las vinculara con el mundo de la prostitución.

La rápida intervención de los agentes permitió que una de las víctimas fuera liberada nada más llegar a España, incluso antes de conocer cuál iba a ser su destino real.

Las víctimas eran captadas en su país de origen aprovechando su precaria situación económica y con la promesa de una vida mejor en el continente europeo. Las mujeres eran obligadas a ejercer la prostitución bajo amenazas y coacciones y vivían sometidas a un juramento vudú-juju por el que se comprometían a pagar la deuda contraída por venir a España y a no denunciar a sus explotadores ante la policía.

Los servicios eran publicitados en páginas de contactos de Internet y ofrecían una amplia gama de mujeres con disponibilidad de 24 horas que incluso eran trasladadas a hoteles o domicilios por conductores de la organización. Las víctimas permanecían internas y vivían hacinadas en condiciones de semi esclavitud, siendo obligadas a dormir vestidas de forma elegante por si algún cliente requería sus servicios de forma inmediata y a consumir estupefacientes para permanecer más tiempo despiertas.

Liberada una joven obligada a ejercer la prostitución en la calle Montera de la capital durante jornadas de 12 horas diarias en las que, sin descanso ni para comer, debía realizar un mínimo de 15 servicios. Los detenidos, dos hombres y una mujer, utilizaban el método conocido como “lover-boy” para engañar a las jóvenes y conseguir que viajaran hasta España para vivir con el hombre del que se habían enamorado.

Las víctimas captadas en su lugar de origen eran obligadas a ejercer la prostitución mediante amenazas, palizas y coacciones para saldar una deuda contraída.