La situación en Gaza se agrava con la advertencia del coordinador de ayuda de emergencia de la ONU sobre el inminente riesgo de hambruna. La ofensiva militar israelí intensifica el sufrimiento de los palestinos, quienes enfrentan decisiones desgarradoras entre huir o quedarse en medio del caos. La falta de acceso a asistencia humanitaria y el deterioro de las condiciones de vida han llevado a un millón de personas a condiciones precarias. Se hace un llamado urgente para un alto el fuego, protección civil y cumplimiento del derecho internacional para mitigar esta crisis humanitaria.
El coordinador de ayuda de emergencia de la ONU ha lanzado una grave advertencia sobre la situación en Gaza, señalando que el tiempo se agota para prevenir la expansión de la hambruna en la región. Tom Fletcher instó a Israel a permitir el ingreso sin restricciones de asistencia humanitaria, afirmando que este horror puede ser detenido.
La ofensiva militar israelí en Gaza se intensifica, mientras los habitantes de la ciudad enfrentan un dilema angustiante: huir o permanecer en un lugar cada vez más peligroso. Según Fletcher, si no se establece un flujo constante y significativo de ayuda humanitaria, la hambruna podría alcanzar áreas como Deir al Balah y Khan Younis para finales de septiembre.
“La muerte, la destrucción, el hambre y el desplazamiento de civiles palestinos son el resultado de decisiones que infringen el derecho internacional”, declaró Fletcher. En su llamado a la acción, subrayó que el sufrimiento de los gazatíes podría mitigarse con suficiente apoyo humanitario.
Además, enfatizó la necesidad urgente de un alto el fuego inmediato, así como la protección de los civiles y la liberación de rehenes y prisioneros palestinos. El coordinador también hizo hincapié en las medidas provisionales dictadas por la Corte Internacional de Justicia, que exigen evitar actos genocidas y proporcionar servicios básicos a los ciudadanos afectados.
En medio del caos, las familias en Gaza se ven obligadas a tomar decisiones desgarradoras. Ayer, el ejército israelí llevó a cabo un segundo ataque aéreo contra un rascacielos en Gaza, alegando que Hamas lo utilizaba como base. Antes del ataque, se distribuyeron volantes instando a los residentes a trasladarse al sur.
Abu Amer al-Sharif es uno de los muchos que enfrenta esta dura realidad. “Estamos perdidos”, expresó mientras observaba lo que quedaba de su hogar. La familia ha intentado rescatar algunas pertenencias, pero mudarse nuevamente les resulta abrumador. “Es una gran carga financiera”, añadió, refiriéndose a los costos asociados con el transporte y el alquiler.
Cerca del área devastada donde vivía Abu Amer, Hossam Madi lucha por sobrevivir entre los restos de su hogar. Rompe muebles para venderlos como leña y así poder comprar alimentos básicos. “No tenemos suficiente dinero para mudarnos al sur”, lamentó Madi.
Saqr Abu Sultan también se encuentra en una situación crítica mientras carga las pertenencias familiares en una carreta. “La situación es caótica”, comentó sobre sus esfuerzos por evacuar sin saber adónde dirigirse. A pesar de las constantes menciones sobre zonas seguras, muchos siguen atrapados en un ciclo interminable de incertidumbre y desesperación.
Cifra | Descripción |
---|---|
1 | La hambruna se extenderá a Deir al Balah y Khan Younis para finales de septiembre. |
1,000,000 | Cerca de un millón de palestinos permanecen en el norte de la Franja. |
Miles de dólares | Gastos de transporte y alquiler para las familias desplazadas. |
7,000 - 8,000 | Costo para desmantelar tres habitaciones por parte de Abu Amer. |
El coordinador, Tom Fletcher, advierte que la ventana para evitar que la hambruna se extienda por toda la Franja de Gaza se está cerrando rápidamente y hace un llamado a Israel para permitir la entrada de asistencia humanitaria a gran escala.
La ofensiva ha resultado en muerte, destrucción, hambre y desplazamiento de civiles palestinos, lo cual es considerado una transgresión del derecho internacional.
Se pide un alto el fuego inmediato, protección a los civiles, liberación de rehenes y detenidos arbitrariamente, así como la implementación de medidas provisionales de la Corte Internacional de Justicia que exigen evitar actos genocidas.
Las familias enfrentan decisiones difíciles entre huir o quedarse. Muchos se sienten perdidos y abrumados por las condiciones caóticas y económicas que les impiden mudarse a lugares más seguros.
Los residentes reportan falta de ingresos debido a la ausencia de salarios y enfrentan altos costos para mudarse o sobrevivir, lo que agrava su situación económica durante el conflicto.