En Yemen, el sarampión se ha convertido en una grave amenaza para la vida de los niños en la provincia de Dhamar, tras más de diez años de crisis humanitaria. Familias como la del padre de Amira, que vive a dos horas del hospital más cercano, enfrentan un acceso limitado a atención médica. En los últimos meses, un brote significativo ha afectado a la población infantil, con síntomas que incluyen fiebres altas y complicaciones severas. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha intensificado su respuesta, proporcionando atención médica vital y estableciendo clínicas móviles para tratar a más de 1.400 pacientes con sarampión desde abril. La situación resalta la urgente necesidad de vacunación y acceso a servicios de salud en un contexto donde las condiciones han empeorado debido al conflicto y la falta de recursos.