El gasto militar global ha alcanzado cifras sin precedentes en 2024, con un total de 2,7 billones de dólares, lo que representa un incremento superior al 9% en comparación con el año anterior, según un reciente informe de la ONU. Esta cifra se traduce en un desembolso aproximado de 334 dólares por cada uno de los más de 8.000 millones de habitantes del planeta. El estudio advierte que, si esta tendencia persiste, el gasto militar podría ascender a 6,6 billones de dólares para 2035.
Durante la presentación del informe, el Secretario General de la ONU, António Guterres, subrayó que aunque los gobiernos tienen la responsabilidad legítima de garantizar la seguridad y proteger a sus ciudadanos, la seguridad duradera no se puede lograr únicamente a través del aumento del gasto militar.
Ataque a Qatar: una violación inaceptable
Guterres comenzó su intervención haciendo referencia al reciente ataque israelí a Qatar, un país que ha jugado un papel crucial en los esfuerzos por alcanzar un alto el fuego y liberar rehenes. El Secretario General condenó esta acción como una violación flagrante de la soberanía e integridad territorial qatarí, instando a todas las partes involucradas a trabajar hacia un alto el fuego permanente en lugar de socavar esos esfuerzos.
Este incidente pone de manifiesto la cruda realidad revelada por el informe: el mundo destina considerablemente más recursos a la guerra que a la construcción de la paz.
Desigualdad en las inversiones: guerra vs. desarrollo
El análisis revela que el gasto militar previsto para 2024 es trece veces superior a la ayuda oficial al desarrollo proporcionada por los países más ricos a las naciones menos desarrolladas y supera en 750 veces el presupuesto ordinario de la ONU. Guterres destacó que este déficit financiero se agrava debido a la falta de acción efectiva y recordó que actualmente solo una de cada cinco metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está en camino hacia su consecución.
En este contexto, hizo un llamado urgente a los países para que replanteen sus prioridades y reequilibren las inversiones globales hacia una verdadera seguridad.
Invertir en personas como estrategia contra la violencia
Entre las conclusiones más relevantes del informe se destaca que el elevado gasto militar desvía recursos esenciales destinados a áreas como salud, educación y creación de empleo, así como también limita las oportunidades para mujeres y jóvenes frente al impacto del cambio climático. “Invertir en las personas es invertir en la primera línea de defensa contra la violencia”, enfatizó Guterres.
Añadió que los presupuestos son decisiones políticas que pueden ser ajustadas para redirigir fondos hacia sectores prioritarios, sugiriendo que es posible construir un futuro mejor.
Cifras alarmantes sobre hambre y educación
Haoliang Xu, administrador interino del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), complementó estas afirmaciones señalando que con apenas 93.000 millones de dólares, menos del 4% del total destinado al gasto militar, se podría erradicar el hambre para 2030. Además, con poco más del 10% (285.000 millones) se podría garantizar vacunación universal para todos los niños.
Diplomacia como prioridad esencial
El informe también resalta la necesidad urgente de diseñar estrategias diplomáticas efectivas y asegurar transparencia y rendición de cuentas en los presupuestos militares, mientras se promueve el financiamiento al desarrollo. Izumi Nakamitsu, Alta Representante de la ONU para Asuntos de Desarme, subrayó la importancia de adoptar una nueva visión centrada en el ser humano que priorice no solo las fronteras sino también instituciones justas y sostenibles.
Nakamitsu advirtió sobre lo crítico que resulta reequilibrar las prioridades globales: “No es opcional; es un imperativo para la supervivencia humana".
Paz no garantizada por gasto militar excesivo
Cerrando su discurso, Guterres reiteró que “un gasto militar excesivo no garantiza la paz”;, por el contrario, suele socavarla al alimentar carreras armamentistas y desviar recursos vitales necesarios para establecer bases sólidas para una estabilidad mundial duradera.
"Un mundo más seguro comienza invirtiendo tanto en combatir la pobreza como en prevenir conflictos", concluyó Guterres.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
2,7 billones de dólares |
Gasto militar global en 2024 |
334 dólares |
Gasto por persona en el mundo |
6,6 billones de dólares |
Proyección del gasto militar para 2035 |
Trece veces mayor |
Gasto militar comparado con la ayuda oficial al desarrollo |
93.000 millones de dólares |
Costo para erradicar el hambre (menos del 4% del gasto militar) |
285.000 millones de dólares |
Costo para vacunar a todos los niños (más del 10% del gasto militar) |
Preguntas sobre la noticia
¿Cuál es el gasto militar global en 2024?
El gasto militar global alcanzó un récord de 2,7 billones de dólares en 2024, lo que equivale a 334 dólares por cada persona en la Tierra.
¿Qué afirma el Secretario General de la ONU sobre el gasto militar y la paz?
António Guterres afirma que un gasto militar excesivo no garantiza la paz y que, a menudo, socava la estabilidad mundial al alimentar la carrera armamentista y desviar recursos esenciales.
¿Cómo se compara el gasto militar con la ayuda al desarrollo?
El informe indica que el gasto militar de 2024 es trece veces mayor que la cantidad de ayuda oficial al desarrollo de los países más ricos a las naciones más atrasadas.
¿Qué propone el Secretario General para mejorar la situación global?
Guterres llama a los países a replantear sus prioridades e invertir más en salud, educación y oportunidades para las personas, argumentando que invertir en las personas es clave para reducir la violencia.
¿Cuánto dinero se necesitaría para erradicar el hambre según el informe?
Se estima que con menos del 4% del gasto militar, aproximadamente 93.000 millones de dólares, se podría erradicar el hambre para 2030.
¿Qué urgencias plantea el informe respecto a la diplomacia?
El informe destaca la necesidad urgente de priorizar la diplomacia y garantizar transparencia y rendición de cuentas en los presupuestos de defensa.