La lactancia materna se considera universalmente el mejor alimento para los niños durante sus primeros seis meses de vida. Sin embargo, para las mujeres que enfrentan el difícil camino migratorio en Latinoamérica, amamantar va más allá de simplemente alimentar a sus hijos; se convierte en un acto de resistencia y una forma de establecer un espacio seguro en entornos hostiles, manteniendo un vínculo afectivo cuando todo lo demás se desmorona.
María, una madre venezolana de 34 años que viaja con sus dos hijos, comparte su experiencia: “Lo he amamantado durante toda la ruta migratoria”. Su travesía comenzó en Perú, donde nació su hijo menor hace dos años, y ha continuado a través de varios países hasta llegar a México, donde actualmente se encuentra en un Centro de Atención Integral (CAI) que ofrece apoyo médico y psicológico a quienes han sufrido violencia extrema.
Un contexto complicado
El corredor migratorio de Latinoamérica ha sido históricamente uno de los más transitados y peligrosos del mundo. En este año, diversas medidas ejecutivas implementadas por el gobierno estadounidense y otros gobiernos regionales han alterado drásticamente las políticas migratorias. Se han cerrado las principales vías para solicitar asilo y se ha reforzado la seguridad en la frontera con México, resultando en una reducción histórica del flujo migratorio y dejando a miles varados en condiciones precarias.
Estas nuevas normativas han incrementado los riesgos para los migrantes, obligándolos a recurrir a rutas cada vez más peligrosas o quedando atrapados en lugares inseguros donde son vulnerables al secuestro, extorsión y violencia sexual. Entre enero de 2024 y mayo de 2025, las organizaciones humanitarias realizaron más de 90.000 consultas de salud primaria y 11.850 consultas de salud sexual y reproductiva en Panamá, Honduras, Guatemala y México. Un fenómeno alarmante es el aumento de familias lideradas por mujeres, muchas viajando solas con bebés o niños pequeños.
Dificultades para amamantar
Las condiciones adversas del viaje, como la falta de acceso a agua potable y alimentos nutritivos para madres lactantes, así como la ausencia de espacios seguros y el estrés constante pueden afectar gravemente la capacidad de muchas mujeres para amamantar adecuadamente. Yolady Valentina Pérez Salas, una madre venezolana de 22 años que viaja con su hijo Javerson Alexandro desde Perú hacia el norte del continente, relata: “Encontré muchas complicaciones para amamantar porque no me alimentaba bien y sentía mareos”. Su historia refleja las dificultades que enfrentan muchas madres migrantes.
Por otro lado, Jocelyn, otra madre guatemalteca, expresa sus propios retos: “He tenido problemas porque mi bebé es muy comilón; mama mucho pero siempre parece tener hambre”. La Organización Mundial de la Salud estima que mejorar las tasas de lactancia materna podría salvar más de 820.000 vidas infantiles anualmente, cifra que cobra especial relevancia en contextos tan vulnerables como los corredores migratorios.
Cuidar el vínculo familiar
A pesar del sufrimiento emocional que implica dejar sus hogares y enfrentar situaciones inseguras, muchas madres encuentran consuelo en la lactancia. “Cuando dejé de amamantar fue muy difícil tanto para mí como para él”, recuerda una madre venezolana actualmente en el CAI. Este vínculo no solo proporciona nutrición sino también amor y compasión en medio del caos.
A medida que continúan sus travesías por tierras inciertas, estas mujeres llevan consigo múltiples cargas invisibles: angustia emocional por dejar atrás lo conocido, miedo por su seguridad personal e incertidumbre sobre su futuro. Para ellas, amamantar puede ser lo único constante cuando todo lo demás parece fallar.
Llamado a la acción
Médicos Sin Fronteras (MSF) hace un llamado urgente a las autoridades del corredor migratorio latinoamericano para garantizar rutas seguras y espacios dignos que permitan a las madres lactantes cuidar adecuadamente a sus hijos. La lactancia materna es esencial no solo para la nutrición infantil sino también para su desarrollo emocional.
Asegurar acceso a alimentos nutritivos para las madres lactantes, agua potable y atención médica adecuada es fundamental para proteger la salud y bienestar de las familias migrantes más vulnerables.
*Su nombre ha sido cambiado para proteger su identidad.
Preguntas sobre la noticia
¿Cuál es el desafío principal de las mujeres migrantes en relación a la lactancia materna?
Las mujeres que emprenden el camino migratorio en Latinoamérica enfrentan múltiples obstáculos para amamantar, incluyendo condiciones precarias, acceso limitado a alimentos nutritivos y estrés constante que puede afectar la producción de leche.
¿Por qué es importante la lactancia materna durante la migración?
La lactancia materna no solo proporciona alimento, sino que también crea un espacio de seguridad emocional y mantiene un vínculo entre madre e hijo en medio de situaciones adversas.
¿Qué tipo de apoyo reciben las madres lactantes en los centros de atención médica?
Las madres lactantes reciben kits materno-infantiles que incluyen pañales y medicamentos, así como charlas sobre lactancia materna y seguimiento posnatal para asegurar su bienestar y el de sus hijos.
¿Qué medidas se proponen para mejorar la situación de las madres migrantes?
Se insta a las autoridades del corredor migratorio latinoamericano a proporcionar rutas migratorias seguras y espacios dignos que permitan a las madres amamantar en condiciones adecuadas.