Aumento alarmante de muertes por calor en 2025: 87% más que en 2024

El Ministerio de Sanidad ha dado a conocer el informe final de la campaña 2025 del Plan Nacional de actuaciones preventivas ante los efectos del exceso de temperaturas en la salud, un programa vigente desde 2004. Este análisis abarca el periodo comprendido entre el 16 de mayo y el 30 de septiembre.

Durante este verano, se registraron 870 episodios de alto riesgo (nivel 3) por calor extremo, lo que representa un notable incremento del 73% en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando se notificaron 501 episodios. En total, se activaron 5.178 niveles de riesgo, lo que equivale al 20,6% de los días estivales con al menos una zona meteosalud en situación de riesgo térmico; mientras que el 79,38% restante correspondió a situaciones sin riesgo (nivel 0).

Aumento alarmante en las muertes por golpe de calor

El informe también señala que se han confirmado 25 fallecimientos por golpe de calor en diversas regiones del país. La mayoría de las víctimas presentaban factores predisponentes como enfermedades crónicas o uso de medicación sensible al calor, así como condiciones laborales o recreativas expuestas al calor y situaciones sociales vulnerables, incluyendo vivir solas o en viviendas sin climatización.

El perfil demográfico de los afectados incluye tanto a personas mayores con patologías cardiovasculares o neurodegenerativas como a jóvenes expuestos al calor en sus entornos laborales o durante actividades recreativas.

Mortalidad atribuible al calor: cifras preocupantes

Estimaciones del sistema MoMo indican más de 3.800 muertes atribuibles al calor.

De acuerdo con los últimos datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), se estimaron 3.832 fallecimientos relacionados con el exceso de temperatura en España durante el periodo mencionado. Esta cifra pone de manifiesto el impacto global del calor sobre la salud pública, más allá de los casos clínicamente confirmados por golpe de calor.

Análisis por edad revelan que el 95,98% de las muertes ocurrieron en personas mayores de 65 años, siendo más del 65,29% correspondientes a mayores de 85 años. En términos de género, fallecieron 2.276 mujeres (59,39%) y 1.556 hombres (40,61%). El mes más crítico fue agosto, con 2.184 muertes, seguido por julio (1.060) y junio (407). Comparando con el año anterior, donde se estimaron 2.042 muertes, se observa un aumento significativo del 87,6%.

Nuevas medidas para mejorar la vigilancia y alerta sanitaria

A pesar del alarmante aumento en las cifras de mortalidad atribuibles al calor, es fundamental destacar que estas estimaciones no corresponden a diagnósticos clínicos individuales sino que representan un exceso generalizado calculado mediante modelos estadísticos; por lo tanto, podrían ser revisadas en futuros informes oficiales.

Dentro del marco del Plan Nacional para mitigar estos efectos, se han implementado mejoras técnicas significativas en los últimos años. Estas incluyen la redefinición de umbrales térmicos críticos para la salud y ajustes en el algoritmo para alertas tempranas. Además, se ha clasificado el territorio nacional en zonas meteosalud —unidades subprovinciales con características climáticas homogéneas— para permitir una respuesta más efectiva ante situaciones críticas.

A lo largo de esta campaña estival, el Ministerio mantuvo activo hasta finales de septiembre un servicio gratuito destinado a alertas térmicas. A través de esta plataforma se enviaron un total aproximado de 101.685 mensajes SMS y 37.631 notificaciones por correo electrónico, proporcionando información diaria y personalizada sobre el nivel de riesgo térmico en cada área geográfica.

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