“No estoy en absoluto de acuerdo con usted porque parece sugerir que todo lo público es sospechoso, es negativo y que, sin embargo, un empresario privado sería la persona que nos pudiera aclarar y dar la visión de futuro que necesita nuestro país”, respondió Calviño ante la petición del diputado de Vox, Iván Espinosa de los Monteros.
Su postura la fijó durante una interpelación en el Congreso de los Diputados donde el diputado de Vox reclamó al Gobierno poner al frente del plan de “reindustrialización” a un “profesional de reconocido prestigio, apoyado por todos” en la Cámara Baja y emulando a Italia que ha elegido para tal misión al expresidente de Vodafone. “Que su misión sea reconstruir el país y cuente con reconocido bagaje al margen de la política y los políticos”, abundó Espinosa de los Monteros.
“La verdad es que no es esa mi experiencia. Creo que si hay algo claro de esta crisis es la necesidad de reforzar lo que nos une, reforzar lo público, en lo que los ciudadanos confían y hacen bien”, respondió Calviño.
La vicepresidenta quiso poner en valor que “los trabajadores públicos están constantemente esforzándose por mejorar la vida de sus conciudadanos y en este momento tratando de dar respuesta a las necesidades diarias y también preparando la salida de la crisis”.
Durante su intervención insistió en que la prioridad número uno del Ejecutivo es salvaguardar y proteger la salud de los ciudadanos, al tiempo que se han aprobado medidas buscando mitigar el impacto en la economía, las familias y empresas de la crisis económica sobrevenida por las restricciones impuestas para detener el Covid-19.
Calviño confesó sentirse “orgullosa” del comportamiento de los empresarios, trabajadores y ciudadanos “que se están apoyando unos a otros para salir juntos de esta situación tan complicada” y pidió lo mismo al arco parlamentario.
“El Gobierno está trabajando y poniendo todo de su parte para salir cuanto antes de esta crisis sanitaria y que se minimice el impacto económico y social. Y el mejor servicio que se puede hacer a nuestro país es actuar de manera leal, de manera seria, haciendo aportaciones constructivas y realistas que nos ayuden a salir lo antes posible de esta situación”, reclamó.
Calviño atendió una doble interpelación de Vox, donde le pedía explicar las medidas que adoptará para afrontar “la mayor crisis económica en España desde la Guerra Civil”, y del PP, para que explicase las consecuencias económicas y sociales de las medidas incluidas en los reales decretos leyes aprobados desde el inicio de la crisis del Covid-19.
El diputado popular Jaime de Olano culpó al Ejecutivo de “improvisación” y de crear “inseguridad jurídica” con la aprobación de reales decretos a diario, en algunos casos enmendando reales decretos previos y en otras ocasiones con normas que se aprueban diferentes a los borradores previamente filtrados.
Calviño le replicó que todas las medidas buscan, primero y como “prioridad absoluta”, “superar cuanto antes la crisis sanitaria” y protegiendo entre tanto al tejido productivo y empresarial y la renta “para contar con una base sólida para construir la recuperación del país”.
Según defendió, son medidas guiadas por el objetivo de “prudencia, responsabilidad, transparencia y equilibrio” y que en todo momento han seguido los consejos de los expertos sanitarios y autoridades internacionales. “¿Improvisación e incoherencia? Ninguna. Agilidad y determinación para responder a la situación cambiante, toda”, le espetó.
La vicepresidenta económica aseguró que España se encuentra entre los países que han abordado la situación antes y sostuvo que los datos sobre el freno del contagio “demuestran que es una estrategia acertada”.
A preguntas del diputado del PP sobre el impacto económico reconoció que lo tendrá en presupuesto sin querer poner una cifra, al considerarlo prematuro “debido al alto grado de incertidumbre” que rodea la pandemia y que su impacto, tanto el económico como el sanitario del virus, es exponencial.
Calviño explicó que hasta mediados de marzo el efecto sobre la economía era limitado, pero se agrava con la declaración del estado de alarma y la restricción a la movilidad por sus efectos sobre la producción y el empleo, así como sobre sectores de gran peso en el PIB español tales como la restauración o el comercio.
La vicepresidenta llamó la atención sobre el “rango sin precedentes” de los distintos estudios, ya que dan una contracción del PIB de entre el 1,8 y el 15,5% para este ejercicio, detallando que el FMI habla del 8% con un rebote posterior en 2021 del 4,3%. Sin embargo, sí subrayó que “todas las estimaciones” apuntan a que la caída “será transitoria” y a partir del cuarto trimestre avanzaremos hacia una recuperación que se espera “importante en 2021”.
La ministra de Asuntos Económicos apuntó que en otras epidemias parecidas ocurridas en otros países el impacto sobre la economía ha sido de una caída “intensa, pero de duración acotada” en el tiempo.
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