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Una red ciudadana para vigilar la contaminación del agua
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Una red ciudadana para vigilar la contaminación del agua

miércoles 14 de abril de 2021, 14:22h

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En el marco de su campaña #HablaRural, y continuando su denuncia por los graves daños ambientales de la ganadería industrial, Greenpeace lanza su proyecto “Sin agua no hay pueblos. El agua limpia es un derecho” para poner en marcha una red ciudadana de vigilancia de la contaminación del agua por nitratos a nivel estatal.

Con este lanzamiento, la organización abre una serie de actividades este mes para denunciar el abandono medioambiental de la España rural y pedir su fortalecimiento urgente, ante la vulnerabilidad de la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad.

  • Jueves 22: Presentación online del informe “Habla Rural”, con Manuel Campo Vidal (Presidente de la Red de Periodistas Rurales), Paloma Nuche (Doctora en ecología y coordinadora del informe) y Ariadna Tremoleda (cofundadora de Mas Les Vinyes y miembro de la Cátedra de innovación del mundo rural). Greenpeace conectará en directo desde Castejón del Campo (Soria).
  • Miércoles 28: Webinar en abierto ¿Por qué la población rural es clave para abordar la emergencia ambiental? con Greenpeace y Pueblos en Movimiento.
  • Jueves 29: Top Ten de los pueblos españoles que, por la actividad de su superficie, menos agravan el cambio climático y más contribuyen a la conservación de nuestra biodiversidad.

El proyecto de mediciones “Sin agua no hay pueblos. El agua limpia es un derecho” que presenta Greenpeace, y que cuenta con el apoyo de diversas entidades, es una iniciativa colaborativa que de momento arranca en 12 comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla la Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia y Navarra) y que tiene un triple objetivo: ampliar el conocimiento sobre la contaminación del agua por nitratos en España, visibilizar la grave situación en la que se encuentran los recursos hídricos y la importancia de conservar la buena calidad del agua y, finalmente, estimular la defensa del derecho al agua limpia y la denuncia de los proyectos que lo amenazan, en particular exigir el fin de la ganadería industrial y las macrogranjas.

El proyecto se divide en cuatro fases:

  1. Distribución de los medidores, formación y elección de las zonas de estudio por parte de las entidades colaboradoras (hasta finales de abril)
  2. Muestreos e información de resultados (se harán cuatro muestreos por punto: en mayo, julio, septiembre y noviembre)
  3. Muestreo por parte de Greenpeace con un aparato más complejo en algunos de los puntos con resultados más alarmantes
  4. Tratamiento de los datos y publicación de los resultados en 2022

“Con este proyecto queremos alertar a la opinión pública y exigir a las autoridades medidas que permitan conservar uno de los recursos más valiosos del planeta, el agua. Todas las entidades contactadas han mostrado un gran entusiasmo”, ha manifestado Luís Ferreirim, responsable de agricultura en Greenpeace España. “Estamos ante una futura crisis: la del agua. No es un recurso infinito pero algunos grupos de interés solo se miran el ombligo y lo contaminan sin pudor. Sólo una transición urgente hacia la agroecología nos puede ayudar a evitar el colapso de los recursos hídricos”.

El agua limpia es indispensable para la salud humana y los ecosistemas naturales, de modo que la calidad del agua es uno de los elementos más importantes de la política medioambiental de la Unión Europea”. Así empieza el apartado de la Comisión Europea sobre la Directiva de Nitratos (91/676/CEE), uno de los primeros textos legislativos de la Unión Europea contra la contaminación.

Lamentablemente, debido en gran medida al crecimiento exponencial de la agricultura y ganadería industriales en España, la calidad de las aguas subterráneas y superficiales en nuestro país es muy preocupante. Según los datos del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el 30% de las estaciones de control de aguas subterráneas y el 50% de las superficiales indican una mala calidad debido a la contaminación por nitratos. Incluso son ya muchos los pueblos de España que se quedan sin agua potable debido a esta contaminación (a partir de una concentración de nitratos de 50 mg/l el agua deja de considerarse potable).

Las medidas que España ha puesto en marcha hasta el momento no han sido suficientes para frenar este problema, todo lo contrario, se ha agravado, llevando a la Comisión Europea a abrir un procedimiento de infracción contra España en el año 2018 y a enviar un dictamen motivado en julio de 2020 donde se exige se activen medidas eficaces.

Por otro lado, ante el aumento de las presiones a las masas de agua, las redes oficiales de monitoreo se muestran claramente insuficientes. De acuerdo con el último informe del Ministerio para la Transición Ecológica existen 4.157 estaciones de control en aguas subterráneas que miden la concentración de nitratos en el agua, unas 8,2 estaciones por cada 1.000 km2. Una insuficiencia ante la que Greenpeace ha decidido poner en marcha esta red de vigilancia.

Greenpeace, que ya envió sus alegaciones, pide mayor ambición al proyecto de modificación del Real Decreto 261/1996 sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias.

La organización ecologista también puso en marcha una petición de firmas en la que se pide el fin de la ganadería industrial y en poco más de un mes ya ha recogido más de 100.000 firmas.

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