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Opinión

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24/04/2021@10:10:00
Estamos ya en plena recta final de las elecciones del 4-M en Madrid y queda el sprint final entre la derecha y la izquierda. Acaba de pasar el esperado debate electoral con más pena que gloria.

Hoy 23 de abril es el Día del Libro, cualquiera que me conozca sabe que para mí todos los días son el Día del Libro. Y, humildemente, creo que sería una excelente costumbre para todas.

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Iglesias ha comentado por activa y pasiva: “No voy a tener una palabra mala contra fuerzas progresistas”. Y lo está cumpliendo a raja tabla. Yo haré lo mismo en este artículo. No voy a tener una palabra mala contra fuerzas progresistas.

Tras las cuestionadas declaraciones -para algunos reaccionarios- de Pablo Iglesias y la posición neutral de España relativa al conflicto del Sahara Occidental, ya que Marruecos supedita las buenas relaciones bilaterales con España a que el Ejecutivo español reconozca su soberanía sobre el territorio saharaui, en línea con el reconocimiento efectuado en el mismo sentido por parte de Estados Unidos, quiero suponer que tiene que ver con el incremento de la población inmigrante que atraviesa desde la antigua provincia española, creo que lostiros van por ahí.

El PSOE y Unidas Podemos han registrado una proposición de Ley para acabar con la cosificación de los animales. La finalidad primera es conseguir declarar a los animales como seres sensibles para que dejen de ser considerados “cosas” en el Código Civil. Y la última el reconocimiento del alma o el espíritu en todos los seres vivos.

Quién no recuerda, o al menos las gentes de mi generación, aquella magnífica película de John Ford de 1952, “El hombre tranquilo”, con John Wayne y Mauren O´Hara como protagonistas.

Observando las imágenes de los participantes en la recepción que se desarrolló en el Congreso de los Diputados, conmemorativa del 40 aniversario del 23-F, uno era consciente de que está desapareciendo aquella generación gloriosa de estadistas, que transitaron por el tardofranquismo y fueron protagonistas de nuestra Transición.

Antes que nada, y para que se queden tranquilos, el "pulmón del planeta" son los océanos, no los árboles, ya que generan entre el 50 y el 90% -según cuál experto- del oxígeno global gracias al fitoplancton marino.

En lo que llevamos de elecciones a la comunidad de Madrid, precampaña y campaña, hemos asistido a lo que se ha convertido hoy día la política. Y me temo que años atrás no fue mucho mejor, pero la ciudadanía poseía menos información.

Este miércoles 14 de Abril se conmemora el 90 aniversario de la proclamación de la II República en España.

Lo sucedido en los últimos días nos indica que hemos tirado la toalla, hemos sido derrotados, en la lucha contra los dos virus que nos asolan, que infectan nuestra sociedad.

¿Qué responderían si les hicieran un cuestionario dicotómico, sólo con respuestas cortas entre dos opciones, y les preguntaran si están a favor o en contra del aborto o de la eutanasia? ¿Qué dirían si les preguntaran si apoyan la inmigración, si son feministas o machistas (como si fueran antónimos), si entienden o apoyan el movimiento independentista o si están a favor o en contra de subir los impuestos? ¿Qué responderían si son de izquierdas o de derechas, sin más explicaciones?

Pero, ¿qué español soy? Si vivo en un país que tiene 19 opiniones, donde los políticos su oposición más creativa es darle la vuelta a tortilla, o sea “porculearse”, utilizando mayormente las redes para apuntillarse, volviendo majaras a los españolitos de a pie.

Este pasado viernes en el último Pleno se desató la moto de la islamofobia, el portavoz de la ultraderecha ceutí volvió a azotar políticamente a la comunidad musulmana escondiéndose en la normativa para aguarles la fiesta, ¡Sí!, rotundamente, cargarse una tradición religiosa, el Ritual del Sacrificio. O acaso, nuestros convivientes musulmanes dicen algo de la matanza del cerdo, una tradición con quinientos años de historia, o de la fiesta nacional, pues rotundamente, ¡No!, tal y como abomina la ultraderecha.

El intento de organizar una convocatoria en Macao, territorio chino que goza en teoría de la misma autonomía que Hong Kong, fue rápidamente sofocado con la detención de siete personas y el despliegue de decenas de agentes policiales. Es que está sometido a un estricto control de Pekín, con menos libertad y, consecuentemente, con menor desarrollo económico.