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Sudán

22/09/2025@18:27:33

Al menos 11 niños han muerto en un ataque con drones contra una mezquita en Al Fasher, Darfur del Norte, durante las oraciones del Fajr. Este ataque, que también afectó a viviendas cercanas, ha dejado a muchos menores heridos y ha intensificado la crisis humanitaria en la región, donde los niños enfrentan un asedio prolongado y carecen de acceso a alimentos y atención médica. UNICEF condena estos ataques y exige la protección de la infancia y el cumplimiento del derecho internacional humanitario. La situación se agrava con el reciente ataque a un camión cisterna de UNICEF que entregaba agua potable a personas desplazadas, poniendo en riesgo la vida de miles.

En Sudán, los recientes bombardeos en la región de Darfur han dejado cerca de 100 personas heridas, incluyendo mujeres y niños, que han sido atendidas en centros de salud apoyados por Médicos Sin Fronteras. Los ataques, llevados a cabo por las Fuerzas de Apoyo Rápido y las Fuerzas Armadas Sudanesas, han intensificado la crisis humanitaria en el área. Marwan Taher, coordinador general de MSF en Darfur, ha instado a las partes beligerantes a proteger a la población civil y facilitar el acceso humanitario. La situación es crítica, con cientos de miles de personas atrapadas sin recursos básicos debido al asedio prolongado.

La situación en El Fasher, Sudán, se ha vuelto crítica tras 500 días de asedio, afectando gravemente a alrededor de 130.000 niños y niñas que enfrentan desnutrición, desplazamientos masivos y violencia mortal. UNICEF alerta sobre la falta de acceso humanitario, lo que ha llevado a la muerte de muchos menores debido a la inanición y enfermedades. Desde abril de 2024, más de 1.100 violaciones graves han sido reportadas, incluyendo asesinatos y abusos sexuales. La organización hace un llamado urgente al gobierno sudanés para garantizar el acceso humanitario y proteger a los civiles. La crisis se agrava con un brote de cólera sin precedentes en el país.

Médicos Sin Fronteras ha suspendido sus actividades en el hospital de Zalingei, Sudán, tras un violento ataque armado que dejó un muerto y cinco heridos. Este incidente ocurrió la noche del 16 de agosto, cuando familiares de una víctima armada irrumpieron en el hospital. La decisión de suspender las operaciones se produce en medio de un brote de cólera, complicando aún más la situación sanitaria en la región. MSF enfatiza que no reanudarán sus servicios hasta recibir garantías de seguridad para su personal y pacientes, destacando la necesidad urgente de atención médica en Zalingei.

La situación en El Fasher, capital de Darfur del Norte, es crítica debido al hambre y la violencia. La ONU alerta que el hambre ha alcanzado niveles catastróficos, afectando a 25 millones de personas en Sudán. Las Fuerzas de Apoyo Rápido han sitiado la ciudad durante más de un año, impidiendo la entrada de ayuda humanitaria. Los residentes enfrentan una lucha diaria por sobrevivir, recurriendo a forraje y desechos alimentarios. La violencia se intensifica, con ataques recientes que dejaron al menos 57 civiles muertos. Además, hay un alto riesgo de persecución étnica mientras las fuerzas rebeldes buscan controlar la región. La ONU exige protección para los civiles y acceso inmediato a la ayuda humanitaria.

La guerra en Sudán está intensificando el sufrimiento de mujeres y niños, según un informe de ONU Mujeres. La crisis humanitaria se agrava con un aumento alarmante de la inseguridad alimentaria, afectando desproporcionadamente a hogares encabezados por mujeres, que enfrentan tres veces más riesgo de no satisfacer sus necesidades básicas. El 75% de estos hogares no puede acceder a alimentos suficientes. La situación ha llevado a una emergencia de género, donde las mujeres y niñas son las más vulnerables ante el conflicto y el desplazamiento forzado. Además, UNICEF advierte sobre el rápido deterioro de la salud infantil, con niños muriendo de hambre y enfermedades. Las violaciones de derechos humanos también han aumentado, exacerbando la crisis humanitaria en el país.

Más de 640.000 niños en Darfur del Norte, Sudán, están en grave peligro debido a la propagación del cólera, con más de 1.180 casos reportados, incluidos aproximadamente 300 en menores. La crisis se agrava por el conflicto y el desplazamiento masivo desde abril de 2023, que ha dejado a millones sin acceso a servicios básicos. UNICEF advierte que las condiciones de hacinamiento y falta de agua potable facilitan la propagación de la enfermedad. Se estima que la malnutrición aguda grave entre los niños se ha duplicado en el último año, aumentando su vulnerabilidad al cólera. La agencia hace un llamado urgente para asegurar acceso humanitario y financiamiento, ya que necesita 30,6 millones de dólares para su respuesta ante esta crisis sanitaria.

En Sudán, el número de niños gravemente desnutridos en Darfur del Norte se ha duplicado, con más de 40,000 menores recibiendo tratamiento por desnutrición aguda grave en los primeros cinco meses de 2025. Esta situación alarmante, que representa un aumento del 46% respecto al año anterior, pone en riesgo la vida de miles de niños debido a complicaciones de salud asociadas a la malnutrición. La crisis se agrava por el conflicto en la región, el colapso de los servicios de salud y el acceso humanitario casi totalmente cortado. UNICEF hace un llamado urgente para facilitar la ayuda humanitaria y evitar una mortalidad infantil masiva.

Un alud de gran magnitud en la aldea de Tarsin, situada entre los estados de Darfur Central y Meridional en Sudán, ha dejado un saldo devastador de hasta mil muertos, según informes preliminares de la ONU. Este desastre natural ocurre en el contexto de una brutal guerra que ha desplazado a millones y llevado a comunidades al borde de la hambruna. La ONU ha expresado su compromiso de ayudar a los afectados, mientras que las organizaciones humanitarias enfrentan dificultades para acceder a la zona debido al conflicto. La situación resalta la urgente necesidad de asistencia humanitaria y acceso seguro para los trabajadores en el terreno.

La situación en El Fasher, Sudán, es crítica tras 500 días de asedio, con aproximadamente 260,000 civiles atrapados, de los cuales 130,000 son niños. Estos enfrentan condiciones desesperadas y carecen de ayuda humanitaria desde hace más de 16 meses. Las Fuerzas de Apoyo Rápido han cortado todas las líneas de suministro, intensificando la crisis. Según UNICEF, la falta de acceso a servicios nutricionales ha llevado a una tragedia devastadora, con informes de muertes por desnutrición y violencia extrema contra menores. Además, el país enfrenta un brote de cólera sin precedentes, que agrava aún más la situación. La comunidad internacional debe actuar urgentemente para permitir el acceso humanitario y proteger a los niños en esta región afectada por la guerra.

La guerra en Sudán ha intensificado un brote de cólera, considerado el más grave en años. Desde su declaración por el Ministerio de Salud hace un año, se han reportado casi 100,000 casos sospechosos y más de 2,470 muertes. En la región de Darfur, solo en la última semana, se atendieron más de 2,300 pacientes y se registraron 40 muertes. La escasez de agua agrava la situación, ya que muchas personas recurren a fuentes contaminadas para sobrevivir. Se requiere con urgencia una respuesta internacional coordinada que incluya servicios de agua potable y campañas de vacunación para frenar esta crisis sanitaria.

Más de 640.000 niños menores de cinco años están en riesgo debido a la propagación del cólera en el estado de Darfur del Norte, Sudán. Desde junio de 2025, se han reportado más de 1.180 casos de cólera y al menos 20 muertes en Tawila, donde la situación se ha agravado por el conflicto que ha desplazado a más de 500.000 personas. La falta de acceso a atención médica, agua potable y alimentos está exacerbando la crisis, con un aumento alarmante en los casos de desnutrición aguda grave entre los niños. UNICEF hace un llamado urgente para garantizar un acceso humanitario seguro y efectivo para abordar esta emergencia y evitar más muertes infantiles. La organización también está implementando medidas para contener el brote, incluyendo la distribución de suministros vitales y campañas de concienciación sobre prevención y tratamiento del cólera.

UNICEF ha alertado sobre la grave crisis humanitaria en Sudán, donde los niños están "reducidos a piel y huesos" debido a la desnutrición extrema. Durante una reciente misión en Puerto Sudán y Jartum, el representante de UNICEF, Sheldon Yett, documentó la devastación de hogares y comunidades, así como el acceso limitado a alimentos y atención médica. La situación se agrava con la propagación del cólera y la saturación de los centros de salud. UNICEF hace un llamado urgente a la acción para proporcionar ayuda vital y recursos necesarios para salvar a esta generación de niños en peligro.

En Sudán, los ataques en los estados de Kordofán han causado cientos de muertos y un desplazamiento masivo de la población. La violencia ha llevado al colapso de servicios esenciales como hospitales y mercados, exacerbando la crisis humanitaria. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), hasta el 90% de la población civil ha huido en algunas áreas, y las instalaciones médicas han sido gravemente afectadas, dejando a las comunidades sin atención sanitaria. Además, la escasez de alimentos y el brote de cólera agravan aún más la situación. El CICR hace un llamado a las partes del conflicto para que respeten el derecho internacional humanitario y protejan a los civiles.

La violencia sexual en Sudán ha aumentado alarmantemente, con un incremento del 288% en un año, según informes de expertos. Este aumento se produce en el contexto de una crisis de desplazamiento masivo, donde más de doce millones de personas han sido forzadas a abandonar sus hogares debido al conflicto. Las mujeres y niñas son las principales víctimas de esta violencia, enfrentando traumas y estigmas severos. Organizaciones apoyadas por la ONU trabajan para ayudar a las mujeres sudanesas, quienes, a pesar de las adversidades, demuestran resiliencia y liderazgo en la búsqueda de paz. La situación es especialmente crítica en regiones como Darfur, donde los casos de secuestro y abuso son comunes.