António Guterres, Secretario General de la ONU, ha denunciado la grave situación en Gaza, describiéndola como un territorio devastado por la guerra y lleno de violaciones del derecho internacional. En un llamado urgente a un alto el fuego y mayor acceso humanitario, Guterres destacó que Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de proteger a los civiles y garantizar el suministro de alimentos y medicinas. La crisis humanitaria se agrava con niveles alarmantes de hambre y destrucción. Además, abordó la expansión de asentamientos israelíes en Cisjordania, advirtiendo que estas acciones amenazan la solución de dos Estados. Guterres concluyó su declaración exigiendo el fin de las excusas y obstáculos en el camino hacia la paz.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) expresa su profunda consternación tras el ataque al Complejo Médico Nasser en Gaza, uno de los pocos hospitales que aún operan en la región. Este ataque ha dejado muertos y heridos entre el personal médico y pacientes, poniendo en riesgo la atención sanitaria vital en un contexto de creciente hostilidad. El CICR enfatiza la necesidad urgente de proteger las instalaciones de salud y a quienes trabajan en ellas, recordando que el derecho internacional humanitario exige respeto por los espacios médicos y su personal durante los conflictos armados.
La ONU ha declarado la hambruna en Gaza, afectando a más de medio millón de personas y describiéndola como un fracaso de la humanidad y un crimen de guerra. Según el informe sobre seguridad alimentaria, esta situación es resultado de las políticas israelíes que han llevado al colapso de los sistemas vitales para la supervivencia. El Secretario General António Guterres enfatiza que Israel tiene la obligación legal de garantizar el suministro de alimentos y medicamentos, instando a una acción inmediata para aliviar la crisis. La hambruna se extenderá a más regiones de Gaza si no se permite el acceso humanitario. La desnutrición infantil ha alcanzado niveles alarmantes, con miles de casos reportados. Esta es la primera vez que se confirma oficialmente una hambruna en Medio Oriente, destacando la urgencia de una respuesta global ante esta catástrofe humanitaria.
Las autoridades israelíes están privando de agua a la población palestina en Gaza, lo que ha llevado a un aumento alarmante de enfermedades. Miles de personas se ven afectadas por la falta de acceso al agua potable, y organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) han intentado aumentar el suministro, pero enfrentan bloqueos en la importación de materiales esenciales para el tratamiento del agua. La situación se agrava debido a la destrucción de infraestructuras hidráulicas y ataques sistemáticos a plantas desalinizadoras. MSF ha reportado un incremento en consultas médicas por diarrea y otras enfermedades relacionadas con la escasez de agua. La organización insta a Israel a permitir la reparación de estas infraestructuras y el acceso a recursos vitales para garantizar el suministro adecuado de agua a los habitantes de Gaza.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha denunciado la destrucción sistemática de la ciudad de Gaza, señalando que Israel ha llevado a cabo 54 ataques contra edificios residenciales desde el 8 de agosto, resultando en al menos 87 muertes, incluyendo niños y mujeres. La situación humanitaria es crítica, con cientos de familias desplazadas y sin acceso a alimentos, agua y medicinas. La oficina advierte que estas acciones violan el Cuarto Convenio de Ginebra y constituyen una amenaza inminente de crisis humanitaria. Se hace un llamado urgente a la comunidad internacional para presionar a Israel a detener esta ofensiva.
La Oficina de Derechos Humanos advierte sobre el grave riesgo de hambruna en Gaza debido a la política de bloqueo de ayuda humanitaria por parte del Gobierno israelí. Solo se permite la entrada de cantidades insuficientes para evitar una crisis alimentaria, lo que ha llevado a muertes relacionadas con el hambre, incluidas entre niños. Además, cientos de miles de palestinos desplazados enfrentan condiciones críticas sin acceso a servicios esenciales. La búsqueda de ayuda se ha vuelto peligrosa, con miles de palestinos asesinados mientras intentaban obtener alimentos. La ONU estima que al menos 1,35 millones de personas en Gaza necesitan refugio urgente, y las restricciones israelíes complican aún más la situación humanitaria.
Más de 100 niños han muerto en Gaza debido a la desnutrición y el hambre, mientras que más de 40.000 han sido reportados como muertos o heridos por bombardeos israelíes, según datos de la ONU. La crisis humanitaria se agrava con al menos 17.000 niños separados de sus familias y un millón traumatizados sin acceso a educación. Las muertes por inanición se han vuelto comunes, reflejando la urgente necesidad de asistencia humanitaria. Además, los efectos psicológicos del conflicto están causando ansiedad y depresión en la población, especialmente entre mujeres y niños. La falta de materiales para refugios y problemas de saneamiento también son preocupaciones críticas en la región.
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La situación en Gaza se agrava, con los palestinos enfrentando sus peores temores a medida que las operaciones militares israelíes se intensifican. El subcoordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz advirtió sobre las consecuencias catastróficas de la expansión militar, que ya ha dejado más de 2550 muertos desde julio y ha desplazado a cientos de miles. La hambruna en Gaza, considerada una catástrofe infligida, afecta a 2,1 millones de personas debido a restricciones en el suministro de alimentos y la destrucción del sistema agrícola. Las autoridades internacionales instan a un alto el fuego y medidas urgentes para abordar la crisis humanitaria y restaurar un horizonte político viable.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha denunciado el ataque israelí al hospital Nasser en Gaza, que resultó en la muerte de al menos 20 personas, incluidos cinco periodistas. Este hecho subraya la necesidad urgente de exigir rendición de cuentas y justicia por los asesinatos de comunicadores en la región, donde desde el 7 de octubre de 2023 han sido asesinados al menos 247 periodistas palestinos. Las agencias humanitarias advierten sobre la crítica situación de hambre y la insuficiente entrada de ayuda vital a Gaza, instando a la comunidad internacional a presionar a Israel para facilitar el acceso humanitario. La ONU enfatiza que atacar a periodistas y hospitales es inaceptable y requiere investigaciones efectivas.
La hambruna en Gaza ha sido confirmada oficialmente por primera vez, afectando a más de medio millón de personas. La FAO, UNICEF, el PMA y la OMS han hecho un llamado urgente para un alto el fuego inmediato y acceso humanitario sin obstáculos para frenar las muertes por hambre y desnutrición. Se prevé que las condiciones de hambruna se extiendan a otras áreas, con niveles alarmantes de desnutrición infantil y un aumento significativo en el número de personas enfrentando inseguridad alimentaria extrema. Las agencias de la ONU advierten que la situación se ha deteriorado gravemente debido al conflicto prolongado, restricciones al acceso humanitario y colapso de los servicios básicos. Es esencial garantizar un acceso seguro a ayuda alimentaria y restaurar los sistemas de salud y producción local para evitar consecuencias devastadoras.
La ciudad de Gaza enfrenta una devastación continua debido a los bombardeos aéreos y terrestres de Israel, lo que ha provocado un alto número de muertos y un desplazamiento masivo de la población. La ONU, a través de su Secretario General António Guterres, ha reiterado la urgencia de un alto el fuego inmediato para evitar más muertes y destrucción. Además, Israel ha autorizado la expansión de asentamientos en Cisjordania, una medida condenada por Guterres por su ilegalidad. La situación humanitaria es crítica, con un aumento alarmante de la desnutrición aguda entre los niños en Gaza, alcanzando el 28.5%. Las operaciones de ayuda están en grave riesgo debido a la intensificación del conflicto.
En 2024, un total de 383 trabajadores humanitarios fueron asesinados, marcando un récord alarmante, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). De estos, 181 perdieron la vida en Gaza. Además, más de 300 empleados resultaron heridos, 125 fueron secuestrados y 45 detenidos. La cifra de muertes representa un aumento del 31% respecto a 2023. OCHA destacó que la violencia contra el personal humanitario se incrementó en 21 países y que los ataques a estos trabajadores violan el derecho internacional. En respuesta a esta crisis, OCHA ha relanzado la campaña #ActForHumanity para exigir protección y rendición de cuentas por parte de los responsables.
El Dr. Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto en Gaza, denuncia el colapso del sistema sanitario en la Franja debido a la guerra y el asedio. La mitad de los hospitales están inoperativos y los que funcionan lo hacen con recursos limitados. En julio de 2025, se registró un aumento sin precedentes de pacientes, incluyendo heridos por ataques aéreos y personas con enfermedades crónicas sin acceso a tratamiento. Las condiciones son críticas, con falta de suministros médicos y personal, lo que ha llevado a muertes evitables y discapacidades permanentes. El Dr. Abu Mughaisib hace un llamado urgente por un alto el fuego y acceso humanitario para salvar vidas en Gaza.
Izquierda Unida critica la reciente operación de lanzamientos de ayuda humanitaria aérea en Gaza, calificándola de acción propagandística que elude la responsabilidad internacional ante el genocidio palestino. La organización señala que estos lanzamientos son ineficaces y caóticos, generando una distribución aleatoria de suministros entre una población de más de dos millones. Con solo 12,000 kilogramos de ayuda, cada persona recibiría apenas seis gramos, lo que resulta insuficiente para aliviar la crisis humanitaria. Izquierda Unida aboga por medidas más efectivas, como romper relaciones con Israel y exigir a la UE la suspensión del Acuerdo de Asociación Preferente, enfatizando que Palestina necesita acciones concretas y no gestos simbólicos.
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